31 de enero de 2015

Un Maldito Seductor / Capítulo 5

Capítulo 5: “Esto no es un espectáculo”


-          ¿Me perdí de algo? –dijo Sam apareciéndose en el corredor-

Andrew y yo aún seguíamos con las manos estrechadas. Ambos nos miramos y nos soltamos de inmediato.

-          ¡Hey! ¿Acaso me ocultan algo? –nos miró de reojo a ambos- ¡Lyann! ¡Ya es la segunda vez que traes a Andrew al departamento bajo mis narices!

-          ¡Sam! Déjame explicarte… A Andrew se le quedaron… -dije antes de ser interrumpida por Andrew-

-          Lyann… Yo me iré, pasaré a buscarte en veinte minutos. Buenas tardes Sam –hizo una pequeña reverencia y caminó hacia la salida-

Cerró la puerta dejándonos a Sam y a mí a solas.

¡¡Cobarde!! ¡¡Me dejará explicarte todo este embrollo a Sam, ¿Sola?!!


-          ¡Te-invitó-a-salir! –dijo Sam colocando sus manos sobre su boca sin poder creer lo que decía-

-          No es lo que crees… -me dirigí en dirección al sillón-

-          Aquí debe de haber pasado algo muy grande… ¡Y pensar que me lo perdí todo! ¡Ahora, cuenta! –dijo saltando al sillón-

-          Verás…

Le conté todo a Sam, era mi mejor amiga y tenía derecho a saberlo.

Se rió a carcajadas cuando le conté sobre Andrew introduciendo sus manos en el retrete. La verdad, me reí junto con ella.

Pero, cuando le conté sobre mi objetivo de salir con Andrew hoy, su rostro se tornó mas serio y silencioso.

-          Dime… ¿Siquiera hiciste lo que te dije que hicieras? –alzó una ceja-

No entendí a lo que se refería.

-          Le preguntaste a Andrew como supo nuestro número de departamento ¿Verdad? –no respondí su pregunta-

¡Oh Rayos!

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Corto…

Hermoso, pero corto.

Este vestido estaba mas por encima de la rodilla de lo que a mi me acomodaba.

Cuando me lo probé no se veía tan corto, pero sentada obviamente mis piernas quedarían mas expuestas.

Estaba en el auto de SK esperando a que Andrew entrara y se dignara a ponerlo en marcha. Al muy estúpido se le habían olvidado nuevamente las llaves.

Debería comprarse una correa y colgárselas al pantalón. O quizás no. Podrían perdérseles sus pantalones también.

Me miré al espejo retrovisor y arreglé mi cabello.

Me lo había dejado suelto y que mis ondas estúpidamente rebeldes cayeran sobre mis hombros. Odiaba el cabello suelto, pero a Andrew le gustaba así que…

¡No tonta! ¡No-es-una-cita!

Resoplé. Debería haberme atado el cabello.

-          Bien, llegué… -dijo subiéndose rápidamente al auto no sin antes tirar algo, al parecer una chaqueta, al asiento trasero-

-          ¿Cómo se te pudieron haber olvidado las llaves otra vez? –resoplé mientras cerraba la puerta-

-          Cállate… -puso el auto en marcha- Bien, vámonos.

-          ¡Al fin!

-          En serio… No eres para nada paciente… -avanzó y giró a la derecha- Como con ese café…

Lo recuerda.

Una sonrisa curvó mis labios

-          No me molestes… Traigo colonia, y esta vez tiene mucho alcohol –lo amenacé-

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¡Deslumbrante!

“Richy’s” (Así se llamaba el bar-restaurante de Marc) se veía mucho mejor cuando habían clientes.

Todo era colorido y sutilmente elegante.

La madera barnizada brillaba aún más con las luces anaranjadas.

Los meseros iban y venían con pantalón de tela gris, camisa blanca y chaqueta sin mangas del mismo color de su pantalón.

Creo que venir con mi vestido nuevo fue un gran acierto.

Nos encontramos con Marc detrás de la barra de bebidas, haciendo de barman con un traje parecido al de los meseros, pero su chaqueta era color vino.

-          ¡Oh, Andrew! ¡Que alegría verte otra vez! –dijo dándole un fuerte apretón de manos- Veo que trajiste a Lyann… -sonrió esta vez hacia mi-

-          No la traje por mi cuenta, ella me obligó –rodó lo ojos-

-          ¡Tú me obligaste a llevar mi vestido nuevo! –lo encaré-

-          Ojo por ojo…

Marc rió de una carcajada.

-          Ok… Chicos, en mi bar no permito pleitos de ninguna clase –dijo Marc secando unos de los vasos con un paño- ¿Entonces? ¿Qué les trae por aquí? ¿Un trago?

¿Qué me trae por aquí?

Saber más de Andrew…

-          Vine a ver como está Verónica –anunció Andrew-

-          ¿No puedes estar unos días sin ella? –dijo Marc-

-          Creo que no –rió Andrew-

Otra vez era olvidada en su conversación. Y nuevamente un pequeño dolor invadió mi pecho.

No se porque esa sensación me hacia sentir tristemente incómoda.

-          ¿Está atrás? –siguió hablando Andrew-

-          Si, como todo el día… La pobre está aburrida de estar encerrada –esta vez fue Marc el que rió-

-          Entonces ¿Puedo llevármela mañana por la mañana?

-          ¡Pero claro que si!

-          ¡Muy bien! Iré a verla entonces… Con su permiso… -se dirigió a Marcus- ¿Lyann, vendrás conmigo o te quedas con Marc? –esta vez apuntó hacia mi dirección-

Esta era mi oportunidad perfecta para sacarle información a Marcus.

-          No, gracias –le sonreí- Me quedaré con Marc...

-          Beberás ¿Verdad? –me alzó una ceja, enfrentándome-

-          Tal vez… -lo miré de reojo-

-          Eso es un si, alcohólica –y con eso me sacó la lengua y se fue-

Me dejó a solas con Marc ¡Excelente!

Me senté en unas de las sillas frente al bar con intención de conversar/de sacar información.

-          ¿Así que un trago? –dijo Marc hacia mí extendiéndome un vaso vacío- ¿Qué es lo que deseas?

-          Uno de tu especialidad… “Fresa Mentolada” ¿Tal vez?

-          Lo siento, ese trago es de mi receta personal y no está en la lista de licores

-          Oh… Que mal –realmente quería un poco-

-          Pero cuando cierre la tienda puedo darte algunas copas ¿Te parece? –susurró hacia mí-

-          Excelente… -sonreí gustosa- ¿Qué me recomiendas ahora?

-          Ten… -me ofreció un vaso- Una de mis deliciosas especialidades

-          Bien… Depende de cuanto cueste

-          Por ser amiga de Andrew, por esta vez todo será gratis –sonrió entrecerrando sus ojos- Pero la próxima vez no te saldrás con la tuya –rió-

-          Muy bien –recibí el vaso con alcohol-

Tomé un sorbo. Mi garganta quemó unos segundos, pero el sabor era exquisito.

No me di cuenta cuando la mitad de mi vaso ya estaba vacío.

Miré a Marc y le sonreí. Era momento de preguntas.

-          Me gustaría preguntarle algo –dije sin demoras- ¿Sabe por casualidad porque aquel día Andrew buscaba un lugar donde pasar la noche?

-           ¿Por qué preguntas eso tan de repente? –dijo Marc con un tono serio que no había escuchado en él antes-

-          Simple curiosidad –dije intentando no colocarme nerviosa por su actitud-

-          Si no mal recuerdo, él me dijo aquella vez que buscaba escaparse de su parentesco… O algo así…

Mi duda se volvió aún más grande. ¿Qué tanto podía esconder Andrew? ¿Quién era él realmente?  

-          Después llegué a enterarme de su vida… O al menos parte de ella… -Marc observó detenidamente un vaso a medio limpiar-

-          ¿Jamás le dijo la verdad de su pasado? –sorbí un poco de mi trago, ya no estaba tan fuerte-

-          En realidad cada vez que tocábamos el tema, era algo difícil hablar. Su rostro decía que era algo delicado y yo no quería meterme en aguas turbias…  ¿Me entiendes? -sonrió medio de lado-

-          Si, por su puesto, pero de todas formas… Él… ¿Huyó? –seguí sorbiendo el trago-

-          De su familia… -dijo cortante- Es todo lo que sé.

El ambiente se volvió algo pesado, pero aún así tenía que aprovechar mientras Andrew no estuviese aquí.

-          Entiendo… -asentí, y observé mi vaso vacío-

Marc se preocupó de volver a llenarlo.

¡Pero no, no podía quedarme hasta allí! Tenía que seguir averiguando…

-          Pero… Me podría explicar ¿Por qué aquella vez que vine dijo que no me aprovecharía de él? –sorbí la mitad de mi trago rápidamente, no era fuerte, era delicioso y me dejaba un leve cosquilleo en la boca-

-          Desde que conozco a Andrew siempre ha traído chicas bellas. Da igual si fuesen morenas o rubias o pelirrojas, pero siempre lo veía con una diferente… -rió- Pero ellas estaban preocupadas de una cosa en específico… Su abundante bolsillo.

Suspiró y volvió al llenar mi vaso.

Sentí que el líquido llenaba mi boca de forma suave. Y se sentía taaan bien.

¡Todo lo que decía Marc ya me parecía ridículo!

-          Por alguna razón Andrew siempre puede cortejar a sus pretendientes y llenarlas de lujos… -hizo énfasis en “llenarlas”- Y jamás las trataba de mala manera… Pero nunca estuvo con una establemente.

-          Así que se podría decir que… ¿Es todo un Playboy? –reí a carcajadas, mi chiste fue taaaaan gracioso-

Marc rió también con fuerza.

-          Los Playboys no se enojan después de estar con una chica, ni le dicen… “Puta de mierda” por teléfono ¿No crees? –dijo serio-

Tosí un poco.

¿Putas de mierda? Vaya tipo de chicas que le gustaban a Andrew.

Sorbí lo último de mi vaso rápidamente y me tambaleé levemente en mi asiento.

¿Cuantos llevaba?

Mmmm… Da igual ¡Esta riquísimo!

-          Eres diferente, Lyann… -dijo él llenado mi vaso otra vez-

-          ¿De qué manera? –volví a tomar un poco tomándole más atención a lo que me decía Marc-

-          Para comenzar, llegaste aquí la primera vez con jeans; no con una falda de tres centímetros que decía “Viólame”.

Reí a carcajadas otra vez. La gente del bar me miró extraño.

¿Qué me miraban esos estúpidos?

Volví a reir… Todo era taaaan gracioso…

-          Además –siguió hablando Marc- Eres la primera que vuelve a traer al bar.

Mis ojos se agrandaron de par en par y llevé una mano a mi pecho dramáticamente.

¡Me sentía tan conmovida!

-          ¿La primera? –dije aún con mi mano izquierda en mi pecho-

-          ¿La primera qué? –dijo una voz conocida sentándose a mi lado-

Miré hacia mi izquierda para ver de quien se trataba.

Parpadeé intentando aclarar mi vista hacia quien me habló.

¿Qué hace él aquí? ¡¿Por qué se viste así?!

-          ¿De que están hablando? –dijo esta vez Andrew apareciendo tras el chico de delantal blanco-

-          ¿Trabajas aquí? –me dirigí al chico vestido de cocinero sin dejar de mirarlo con atención-

-          Creo que se le puede llamar trabajo… –sonrió hacia mí-

-          ¡Hey Shonne, no puedes negarte a lo bien que te paga Marc! –Andrew le dio un golpecito en la espalda-

-          ¡Tú sabes que es raro trabajar para mi papá! –respondió SK-

¡¿SK trabaja aquí?! ¡¿Es cocinero?!

Esperen, esperen… ¡Su papá, ¿Quién?!

-          ¡¿Marcus es tu padre?! –grité levantándome de mi asiento-

-          Sip –respondió Marc por él- Veo que conoces a mi hijo Shonne…

-          Entonces… -lo miré- ¿Marcus Kail?

-          Exactamente –asintió con fuerza-

-          Jamás me lo hubiese imaginado… -volví a sentarme y bebí mi trago de una sola vez haciendo que me mareara… un poco-

Reí con fuerza y sin discreción.

Ahora resultaba que SK también guardaba sus misterios.

¡Todos escondían la verdad! ¡Era taaan irónico!

-          ¿No lo sabías Lyann? Estudio gastronomía. –soltó SK-

-          ¿Así que el “chico magia” resulta ser un “aprendiz de chef”? –solté/escupí- Pero que combinación mas rara… -volví a beber-

-          No creas –dijo ¿Andrew?- Shonne es un gran cocinero y quiere volverse propietario de “Richy’s” algún día…

-          Eso será cuando yo muera -dijo Marcus que por alguna razón se veía más regordete que antes-

-          Entonces… Tal vez abra un restaurante mejor que el tuyo, papá –dijo SK-

-          No es posible -dijo a su defensa-

-          Eso veremos –respondió él-

Volvía a reír con fuerza. Ambos me miraron.

-          ¿De que hablaban? –dijo SK observándonos a Marc y a mí- ¿La primera qué decían?

-          La primera de Andrew –solté y volví a beber, creo que eso se oyó mal-

-          ¡¿Eras virgen?! –esta vez SK miró dramáticamente a Andrew-

El rostro de Andrew se tornó carmín.

-          ¡¿Lyann?! ¿Qué rayos estás diciendo? ¡No eres mi primera! –me lanzó una mirada de furia-

-          ¡Que sí! ¡Marc me lo dijo! –tenía ganas de molestarlo un poco más-

-          ¿Marcus? –apuntó hacia él-

-          Yo no dije nada malo… -subió el regordete a su defensa- Solo dije que era la primera que volvía a traer al bar

Andrew guardó silencio y bajó sus manos hacia sus rodillas.

Era verdad…

-          Aammm… Así que… ¿No sabías que trabaja en este lugar? –SK rompió la pesada atmósfera-

-          Nop –marqué fuertemente la “p”- Pensé que eras mago callejero

-          Lo soy –dijo SK- Pero mi verdadera pasión es la gastronomía, estoy ayudando a mi papá en su trabajo mientras termino mis estudios. Aunque el cree que la mesada y la paga son lo mismo… -miró de reojo a Marc quien escapó de la conversación y fue a atender clientes-

-          Es por esa razón que también haces magia por alguna que otra moneda ¿Verdad? –se unió Andrew a la conversación, dejando, al perecer, el tema anterior atrás-

-          ¿Una demostración de mi arte mi dama? –dijo Shonne dirigiéndose a mí-

Tomó una moneda de la vasija de propinas y la colocó sobre su mano.

-          No la pierda de vista ¿Ok?

Sentí que la lanzó rápidamente al aire, pero jamás vi cuando cayó.

Intenté buscarla con la vista, pero sentí la mano de SK sobre mi oído y de allí apareció la famosa moneda.

Aplaudí estúpidamente. Era básico, pero fantástico.

¡Upps me salió verso! Reí.

-          Hace algo diferente hoy, siempre veo monedas –dijo Andrew-

-          Bien… que tal ¿Algo así? –dijo SK-

De pronto detrás de su palma comenzaron a caer cartas y cartas sobre la barra.

¡Wow! Eso si me sorprendía.

Las juntó y comenzó a barajarlas muy rápidamente. Era bueno.
Izo que Andrew tomara una y yo otra. Me tocó el dos de corazones. Las volvimos a poner el mazo y las barajó.

-          ¿Son estas? –nos mostró dos cartas una en cada mano. Pero, al parecer no era ninguna de las dos-

Ambos negamos.

SK sonrió y juntó las cartas con sus palmas, dejándolas fuera de nuestra vista.

Giró sus palmas unidas y volvió la mostrarnos las cartas.

¡Era el dos de corazones! Mis ojos estaban absortos.

-          ¡Eres bueno! –aplaudí- Me sorprendiste

-          Muchas gracias –izo una leve reverencia- Conquisto a muchas mujeres de esta manera… Sorprendiéndolas –guiño un ojo hacia mi-

Reí estúpidamente. Y mis ojos se nublaron por segundo.

-          Hey… ¿No tienes que volver a trabajar? –apunto… ¿Andrew? a la cocina-

No podía verlo bien…

Sorbí lo que restaba de mi trago. Quizás eso me podía aclarar la vista.

¿Ves? ¡Ahora si veo muuuy bien!

Lo que tengo a mi lado se parece mucho a un muñeco de nieve o a un copito.

-          Ok… Me voy –se despidió el copito y desapareció tras un gran puerta-

-          ¡Adios copito! –dije en su dirección-


Copito… Que gracioso…

Volví a reír con fuerza y le pedí a Marc que llenara de nuevo mi vaso.

Se sentía taaaan bien. ¡Me hacía cosquillas!

-          ¡Hey, hey, hey! –dijo un par de ojos gris celeste arrebatándome mi vaso recién servido- ¿Qué estás tomando?

-          ¡Hey, eso es mío! –intenté arrebatarle mi vaso pero no lo alcancé, no medí bien la profundidad de mi ataque-

-          ¿Ron? –dijo Andrew después de olerlo- ¡Marc!

-          Creí que la chica era resistente –rió Marc- ¡Oh vamos! ¡No se ve triste! ¿Verdad Lyann?

Le sonreí de oreja a oreja y asentí con fuerza.

-          ¡Me siento de maravilla! –hipé-

-          Creo que por hoy fue suficiente alcohol para ti –Andrew dejó el vaso sobre la barra-

-          ¡Oh vamos Andrew! Solo tomé uno… o dos… o cinco… -reí/hipé- ¡Que se yo, pero no tomé mucho!

-          Te llevaré a casa, alcohólica… -dijo Andrew y me paró de mi asiento-

Volví a sentarme.

-          ¡No quiero irme! ¡Estaba entretenida con mi trago… Digo con Marc o con SK! –hipe y me tomé el vaso sobre la barra de un sorbo-

Mmmm… ¡Delicioso! ¡Como burbujea!

¡Me sentía excelente!

-          ¡¡Lyann!! –gritó Andrew y me quitó bruscamente el vaso de mi mano haciendo que la gente se fijara en nosotros-

¿Esa estúpida gente no tiene una vida que se fija en la de los demás?

-          Andrew… No grites –dijo Marc, la gente NO DEJÓ de ponernos atención- Además Lyann no está tan ma…

-          ¡Y ustedes que miran, idiotas! –grité a todos interrumpiendo a Marc- ¡¿Tenemos cara de payasos o qué?!

-          Muy bien, llévatela –terminó de decir Marc-

La gente nos miró más aún, pero esta vez se enfocó en mí.

¡Me estaban hartando!

-          ¡Esto no es un espectáculo señores! –me levanté de mi asiento- ¡¿Porqué no van a un circo a ver a la mujer barbuda o al hombre que levanta elefantes?! ¡Si quieren mirar algo busquen PORNO en internet! ¡¡Son todos unos fisgones de mierd…!!

Andrew me tapó la boca y me tomó ambos brazos con una mano. Hice lo posible por escaparme de su agarre, pero mi cuerpo se sentía demasiado pesado.

-          Por favor cállate y vámonos a casa ¿Te parece? –susurró en mi oído- Estas haciendo el ridículo, Lyann…

Forcejé nuevamente hasta que lamí su mano y soltó mi boca.

-          ¡Ellos empezaron! –los acusé-

-          Bien, bien pequeña cenicienta… Son mas de las doce y ya deberías haberte ido de la fiesta ¿No crees? –un tic nervioso apareció en la esquina de su labio-

-          ¿A qué te refieres? –reí con fuerza y volví a hipar- Si te refieres a sacarme de este lugar estoy de acuerdo- ¡¿Me estás tratando nuevamente como esclava?! ¡Te lo advierto Andrew Crown, llevó colonia en mi bolso y planeo usarla en contra tuya!

Planeaba tirarle alguna cosa. Pero no hallé nada más que una cuchara, un par de pepinos y un poco de... Creo que eran fideos.

¡No se tenía que meter con Lyann Blair! ¡Saldrá herido!

-          ¡Oh dios mio! ¡No sabía que eras una ebria agresiva! –dijo Andrew-

-          ¡No estoy ebria! –tropecé con las palabras en mi boca- ¿Y quieres verme agresiva? ¡Me verás agresiva!

Andrew corrió hacia mí y me levantó sobre su hombro. Pataleé para que me dejara libre de su agarre, incluso lo mordí. Pero eso solo izo que me levantara mas aún y que me pegara con su dura espalda.

-          ¡Suéltame! –le grité-

Ya estábamos afuera y aún no me bajaba.

-          No lo haré hasta que te calmes –dijo él-

-          Ok, ok… -dije, esta vez en serio. Mi cuerpo estaba cansado y pesado como para seguir forcejeando- ¡Ahora bájame que me comienzan a doler las costillas!

-          Mmmm… No se si bajarte en realidad… -se detuvo- Tengo una excelente vista de tu perfecto trasero desde aquí… ¿Tus bragas son negras o azul oscuro? No distingo bien…

-          ¡Andrew! –ahora si que lo golpearía en los bajos-

-          Bien, bien. Solo jugaba contigo boba…

Y con eso me bajó. Y apenas mis pies tocaron el asfalto enterré uno de mis tacones en su pie.

Gimió de dolor.

-          Eso es por ver mis bragas –lo amenacé-

-          ¿Ah sí? –él alzó una de sus cejas y me golpeó la nariz con su dedo índice- Eso es por morderme

-          ¡Auch! –un par de lagrimitas salieron de mis ojos- ¡Dolió estúpido!

Andrew rió fantásticamente.

Adoraba, en serio, adoraba su risa.

Me tomó suavemente del brazo y me guió a una máquina azul plata que había visto antes.

¿Cómo se llamaban estas cosas con ruedas?

Estoy segura que empezaban con… A…

A… A… de… Andrew… Era… Lo tengo el la punta de la lengua: ¡Auto!

Si creo que nos subimos al Andrew de SK; digo al auto.

Andrew me abrió la puerta y me sentó delicadamente.

-          ¡Dios, estás hirviendo tonta! –dijo tocando mi frente-

-          No te creo –le saqué la lengua-

-          Iremos directo al departamento, te tomarás un vaso de agua y te iras a dormir ¿De acuerdo? –alzó una ceja-

-          ¡Tú no me mandas! –me crucé de brazos como una niña pequeña-

Andrew rodó los ojos, me obligó a ponerme el cinturón de seguridad y cerró la puerta.

Lo vi rodear el auto y subirse el asiento del piloto.

-          Cierra los ojos e intenta descansar ¿Ok? –puso el auto en marcha-

Obedecí de inmediato. Mi cabeza daba vueltas, pensaba en la huida de la familia en la que Andrew había nacido, en las chicas que trajo al bar, en Marcus como el padre de SK…

Y también la risa de Andrew, y el como izo que mi corazón se desenfrenara la noche pasada.

La noche pasada…

-          Andrew… -dije suavemente mientras sentía el auto moverse-

-          ¿Mmmm? –respondió-

-          ¿Puedo preguntarte una cosa?

-          Pregunta lo que quieras… -dijo él- Mientras no sea algo estúpido

-          ¿Por qué… me besaste ayer por la noche? –solté de repente-

Ninguna respuesta. Silencio.

-          Lyann… Verás… -comenzó a decir- Yo…

De pronto una canción de Coldplay comenzó a sonar, interrumpiendo a Andrew.

Abrí los ojos unos segundos y vi a Andrew contestar su celular. Lo escuché decir unas cuantas palabras.

Cortó.

Giró el auto en dirección contraria al departamento.

-          Perdóname Lyann, creo que llegaremos más tarde de lo esperado.

Mi corazón dio un brinco enorme.

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Gris.

Mis ojos se abrieron lentamente y dio un gran bostezo. Debían ser las dos de la tarde de un día domingo y Sam aún no me despertaba.

Pero si no mal recuerdo mi habitación era color agua; y la de Sam era rosa pálido.

¡Oh mierda! ¡Siento una mano en mi cintura!

Me giré bruscamente para enfrentar a quien sea que esté junto a mi. No le tenía miedo, o por lo menos mi adrenalina me permitía ser valiente.

¡¡Oh mier… coles!! ¡¡Mi cabeza duele como si me hubiese pasado un elefante con toda su familia y la mascota por encima!!

Mis ojos se habían cerrado por reacción al dolor, pero tuve que abrirlos para ver a la persona que osaba tocarme.

Vi como poco a poco unos hermosos iris gris celeste se comenzaron a asomar.

-          ¿Estás bien? ¿Aún te duele la cabeza? –balbuceó dulcemente- Duerme un poco más, pero si el dolor sigue me avisas y te traeré algo de agua…

Terminando de decir eso me apegó más a él.

No me resistí. La verdad estaba en completo shock.

¡¿Que mierda hacia en la cama con Andrew?!


Oh rayos… Definitivamente el alcohol y yo no congeniábamos…

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Queridisimos Lectores:
Perdón x no subir los caps al blog, pero ahora me propondre a subirlos todos... No se por que no los subi antes Quizas me inspire demasiado... Ojala les haya gustado el cap y sigan leyendo... Besos <3

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