- Notitas de la autora:
Bueno aquí les dejo algo que escribí hace añitos atrás cuando aun era una niña y creí en los cuentos de hadas, en el príncipe azul que se enamora de una chica mitad pez... :) Disfrutenlo! Y de antemano, gracias por leer...
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Library
Romantic Night
Me
encontraba en la biblioteca como de costumbre, estaba leyendo un libro de
detectives en medio de dos muebles repletos de libros de filosofía, aventura y
romance.
Un chico un poco más alto que yo estaba revisando las estanterías y sacando libros, ojeándolos uno por uno; hasta que llegó a la estantería de mi derecha, lo mire con cautela, me di cuenta de que tenía el cabello rubio, la piel fina y bastante clara, traía su camisa a medio desabrochar y sus botones del chaleco estaban a punto de caerse, además su cabello era un estilo de “Acabo de despertarme”.
Sus ojos dejaron de ver las páginas del libro que sostenía entre sus manos, para fijarse en mí… Sus ojos eran de un azul cielo, pero los que eran bastante bellos como para ser distantes y misteriosos.
- ¿Qué libro lees? –me preguntó despreocupado apuntando la tapa de mi libro-
- Uno de detectives, “Sherlock Holmes” –dije sin despegar la vista de mi libro-
Creo que debí haberme visto como una empollona al decir esas palabras de esa manera, ya que no soy lo bastante atractiva, mis gafas son enormes, llevo trenzas en el cabello, mi uniforme está impecable y solo me dedico a leer y estudiar para mis exámenes… Los cuales siempre apruebo; los chicos no me interesan para nada, al contrario, pienso que son solo un estorbo para mis estudios.
- Buen libro… Sherlock Holmes es una gran obra –me dijo sin dirigirme la mirada e incluso dejando el libro en su lugar y sacando otro- Ahora que lo veo, estás a diez páginas de terminarlo, ten –dijo mostrándome el libro que había sacado hace unos segundos- Después puedes leer este-
- Lo veré cuando haya terminado de leer –dije sin echarle vistazo al libro que me mostraba-
- Bien esperaré… -dijo, y volvió a ojear libros y libros-
Después de unos cuantos minutos y releer el final de mi libro, lo cerré para guardarlo en su lugar, pero al mirar al frente, el chico se me acercaba con el libro de antes en las manos.
- Así que has terminado, eres bastante rápida, toma –dijo mostrándome el libro nuevamente-
Lo recibí sin mucho ánimo y le eché una ojeada, se veía bueno, pero complicado de entender.
- Tiene muy buena trama aunque el final no es la gran cosa –me dijo sacando otro libro- ¿Qué tal este?
El siguiente era de un amorío entre detectives, lo sabía muy bien ya que me gustaban ese tipo de cosas, un chico y una chica descubriendo crímenes y al mismo tiempo descubriendo su amor
- Ya me lo leí –dije entregándole el libro-
- Ahh que pena, ese libro era muy bueno…
- Si no tienes nada mas que decirme, elegiré el siguiente libro –dije caminando hacia la estantería de la derecha-
Saqué un libro que parecía bastante interesante, pero el chico me lo quitó de las manos y lo guardó diciéndome “Ese es demasiado aburrido”, me corrí un poco hacia la derecha, saqué otro que tenía una portada un poco antigua, el chico se me acercó nuevamente diciendo “Ese tiene una trama muy buena, aunque el capitulo 2 y 4 aburren un poco, si quieres puedes saltártelos ya que no son muy importantes”, dejé el libro a un lado pues el chico solo me corregía cosas y me decía los finales. Finalmente decidí no elegir ninguno y le dije:
- Bien, ya que me estás diciendo lo malo que son los libros que elijo, ¿Qué tal si me recomiendas uno “bueno”? –le dije con el ceño fruncido y cruzando los brazos-
- Bien, entonces toma –dijo sacando un libro y pasándomelo- Este es muy bueno…
Lo saco de la estantería que estaba llena de libros de romance, supongo que como me había interesado el de detectives, debe haber concluido que me gustan estos tipos de libros.
- Yo aun no me lo he leído completo, ¿Que tal si lo leímos juntos? –me dijo ganándose a mi lado-
- Emmm… ¿No me fastidiarás o sí?
- No te preocupes mi boca esta sellada
No podía creer que a un tipo de tal apariencia le gustasen tantos los libros, era realmente imposible, pero ahora que lo veía con mis propios ojos, creo que hay unas cuantas posibilidades.
- Bien, leámoslo juntos, pero será otro día, me tengo que ir a casa ya que es muy tarde… -le dije entregándole el libro- Hasta mañana… Emmm…
- Raymond Hooke -dijo completando mi oración- ¿El tuyo?
- Sarah Parker…
- Bien, Srta. Parker… Hasta mañana –dijo con una sonrisa en sus labios-
Me fui a mi casa tranquila, aunque estaba un poco intrigada por el chico, ya que ahora que me daba cuenta Hooke es bastante guapo…
- Ahhh!!!! Pero que estoy pensando!! Los chicos solo son un estorbo en mis estudios y hasta en mi vida…¡¡Maldito Hooke!!
- ¿Estás bien hija? –mi mamá me escuchó maldiciendo a Hooke, que vergüenza-
- Si…
- Baja de inmediato, la cena está servida…
Estaba estudiando tan pasivamente, no puedo creer que me estuve desviando de mis estudios solo por ese chismoso, además para la cena estaba planeando terminar con historia y acabo de empezar… Malditos sean los hombres… Pero es extraño que “yo” este pensando en un chico, demasiado extraño…
Hoy me levanté más tarde de lo normal, ya que anoche me quedé haciendo los deberes que debería haber terminado antes de la cena, y para colmo no me pude quedar dormida preguntándome el porque me intrigaba ese maldito Raymond Hooke…
Me cambié de ropa tan rápido como pude, la corbata estaba mal puesta, mi camisa estaba fuera de mi falda y para colmo no encontraba mi liga para el cabello, maldita la hora que había conocido a ese tal Hooke, maldita la hora en que me quedé dormida, maldita la hora en que mi cabello amaneció desordenado!!
El desayuno lo traía en la boca y corría para poder llegar temprano, nunca antes me había despertado tarde. Por suerte llegué temprano como siempre, pero la diferencia era notable… ¡¿Por qué rayos todos esos chicos están mirándome?!
¿No tengo algo en la cara, cierto? ¿Acaso mis lentes se han quebrado? ¿Mi cabello sigue desordenado, verdad?...
Me fijé en uno de los chicos que estaba mirándome y reconocería esos ojos en cualquier lugar… ¡¿Raymond Hooke?! Me mira como si fuese alguien desconocido, pero caminó hacia mi… se estaba acercando…
- ¿Parker? –me dijo al llegar a mi-
- Buenos Días –le dije sin dirigirle la mirada-
- Buenos Días, ¿Qué te hiciste? –
- “Oh No!! Sabía que algo estaba mal” No encontré mi liga para el cabello, además desperté tarde porque… “No puedo decirle porque estaba pensando en el”… Me quede estudiando hasta tarde…
- Que mal que digas que fue sin querer que estás así hoy, porque creo que te ves preciosa… -dijo besando mi cabello-
- Ehh??!! ¡Suéltame! –le grite, sonrojándome por completo-
- ¿Nos vemos en la tarde?
No respondí a su pregunta, no quería saber de el y menos compartir con el. En la hora de historia hicieron un test, y no lo pude creer pero… ¡Me equivoqué en 10 preguntas! Nunca me había equivocado en tantas… Solo en 2 o 4 como máximo, ¡¿Pero en 10?!
Esto va de mal en peor…
La tarde llegó rápido y fui al lugar de siempre, a la biblioteca, iba a ir de todos modos ya que es mi lugar favorito de la escuela y nadie viene, si el estaba aquí tenía que decirle que desapareciera de mi vida.
Lo encontré sentado con un libro en las manos, cuando cerré la puerta se dio cuenta de mi presencia y cerró su libro, se me acercó, pero lo paré antes de que se acercara a menos de un metro.
- Espera… No creo que daba leer ese libro contigo, me han pasado demasiadas cosas desagradables después de conocerte y se que es tu culpa, así que te suplico… Aléjate de mí y no me hables…
- Y… ¿Qué tipo de cosas malas te he hecho?
- No pude dormir en toda la noche, y por culpa de eso no pude estudiar para historia y he bajado mis calificaciones por eso, además nunca e hablado con un chico y no me han importado, ¿Porque me estas intrigando tanto?
- Así que… ¿No te dejé dormir, porque estabas pensando en mí? ¿Te intrigo? –dijo sonriendo, ahora que me percato dije cosas muy penosas, ¿No fue eso una declaración?- Creo que te he hecho cosas horribles -su tono era sarcástico-
- ¿Entonces me dejaras en paz?
- Solo con una condición… Quiero leer ese libro contigo, después de eso no existirás para mi –me dijo con el libro en las manos-
- ¿Me lo prometes?
- Prometido
- Bien… Leeré contigo ese libro, además lo terminaré hoy mismo para que esto acabe rápido
Tomé el libro entre mis manos y me gané en el sitio de siempre, en medio de los estantes de libros, Hooke se me acercó ganándose a mi derecha y sentándose en le suelo, me hizo una señal para que también me sentara y asentí. Él tomo el libro junto conmigo, noté que estábamos realmente cerca, sentía hasta su aroma, era dulce y su calor también, me sentía tan bien…
“¿Pero que estoy pensando?, ¿Primero digo que pienso en el en las noches, ahora huele bien, que me está pasando?”
Tomé el libro y comencé a leer la primera página, la primera palabra…
- “Capitulo 1: Conociéndonos…” –comencé a narrar, pero fui interrumpida-
- Espera, ¿Qué te parece si uno lee una página y luego el otro lee la siguiente…
- Como quieras… Bueno prosigo. “Érase una mañana tranquila, en la ciudad, una chica con cabellos castaños al viento se preparaba para su esperada mañana…”
Comenzamos a avanzar las páginas, una por una, y se comenzó a formar una historia de dos enamorados que no se daban cuenta de los sentimientos del otro, y se quedaron encerrados en la biblioteca…
Se escuchó un portazo en la biblioteca en la que estábamos, Raymond miró para ver si alguien entraba, yo vi por la ventana que estaba detrás de nosotros, se veían las nubes anaranjadas con un tono de rosa y al fondo del paisaje, la luna que se asomaba… ¡No puede ser! ¿Ya es tan tarde?
Saqué mi teléfono celular para ver la hora y noté que eran las 8 en punto, se supone que debería haber regresado a casa hace tres horas…
- Está cerrada –dijo Hooke hiendo hacia mi-
- ¿Disculpa?
- La puerta está cerrada con llave, no podemos salir de aquí, estamos atrapados… -dijo volviendo a su lugar-
- ¡¡¿¿Qué??!! ¿Y no vas a hacer nada? Mis padres deben estar preocupados … -dije histérica-
- ¿Qué quieres que le haga yo? Los míos también, llamaré para avisar que me quedaré en la casa de un amigo –dijo tomando su teléfono comenzando a marcar-
- Si yo también
- Bien… ¿Y que haremos? –le dije a Raymond-
- Lo único que queda es quedarnos aquí… Y terminar de leer el libro…
Me volví a sentar y comencé a buscar la página en que había quedado, Raymond se sentó a mi lado y me dijo un poco incómodo:
- ¿No estás nerviosa?
- No… ¿Por qué debería estarlo? –le pregunté extrañada-
- Pues… Estás atrapada en la biblioteca, y te quedarás toda la noche con un… chico de tu misma edad…
No lo había notado… Estoy encerrada en… una biblioteca, por toda la noche, con… ¡¡¿¿Raymond??!!... Por alguna extraña razón mi corazón palpitaba como loco y estoy completamente segura que mis mejillas se habían tornado rojas…
- No haremos nada así que está bien… ¿No? –dije intentando de no colocarme nerviosa- Bien seguiré con el libro: “Era ya casi denoche, la luna ya se había asomado e iluminaba un poco el lugar en que estaban los amantes… ‘¿No estás nerviosa?’- preguntó el- ‘No… ¿Por qué debería de estarlo?’ –respondió ella sin vacilo buscando un libro para poder entretenerse en la noche- ‘Estás atrapada en la biblioteca de la escuela, te quedarás toda la noche con un chico de tu misma edad….’ –dijo el con un leve sonrojo en sus mejillas…”
¡¡No lo puedo creer!! Es exactamente lo que habíamos dicho… ¿Cómo puede ser posible? Mire a mi derecha para notar que Raymond también se veía sorprendido…
Seguimos leyendo, la historia narraba que los chicos habían buscado un lugar
caliente
para la noche y una frazada que se encontraron por allí…
- ¡Sarah! Podemos hacer lo que hacen las personas del libro, por ejemplo, este lugar es bastante cómodo y caliente; y… -dijo yendo hacia el fondo de la biblioteca rebuscando en las estanterías-
De pronto volvió con algo entre sus manos, al parecer era una… una… ¿Frazada?
- ¡¡Ta-da!!Con esto podremos mantenernos calientes… -dijo colocándola en mis piernas-
- Gra-gracias… -le dije, me pregunto porque habré tartamudeado-
Seguí leyendo, el libro decía que había comenzado a llover y los enamorados se habían acurrucado uno con el otro leyendo un libro que había encontrado interesante, de pronto en el libro cayó un trueno…
Hooke y yo escuchamos un golpe en el techo…
- ¿Un trueno? –dije-
- No puede ser posible, estamos a… -volvió a tronar interrumpiendo a Raymond-
- Veré si es un trueno… -dije poniéndome de pie e hiendo a la ventana, la abrí y divisé a lo lejos a un muchacho con gorra que estaba tirando piedras al techo de la biblioteca…- ¡Hey! –le grite- ¿Qué haces?
El chico salió corriendo, supongo que le di miedo…
- Bien, no era un trueno… -dije volviéndome a sentar- Se está colocando oscuro no puedo leer bien…
- Toma, esto sirve –dijo iluminando con su celular-
- Si… eso creo… Bien seguiré: “Los jóvenes se había acercado bastante pues la única luz que iluminaba las páginas era la de un teléfono celular, la chica se sonrojaba, el chico estaba nervioso, pues mientras avanzaban las páginas su amor por el otro crecía…”
El libro narraba que los dos enamorados terminaron de leer el libro y tanto la chica como el chico quedaron en silencio, se miraban fijamente y se daban cuenta de la poca distancia que había entre ambos, no… no había distancia…
- “’¿Deseas dormir?’ –dijo el- ‘Se te ve cansada, recuéstate en mi pecho si así lo deseas’, la chica aceptó la invitación y se recostó sobre el chico, sintió su olor, su calor…”
- “’Me gustas’ –soltó de repente- El chico quedó anonadado. ‘Siempre me has gustado’ El chico soltó una risita y envolvió a la chica en sus brazos, apretándola contra su pecho ‘A mi también’ –recitaba el-“
Raymond calló por unos momentos… ¿Qué era lo que estaba pasando por su mente?
- ¿Leo yo? –pregunté-
- No… Lo siento… Seguiré: “Él la miraba apasionadamente, se fijaba en sus ojos, sus labios… Ella hacía lo mismo, lo inspeccionaba, buscando eso que tanto le atraía de él. El chico comenzó a acortar las distancias, ella lo seguía, y se envolvieron… En un beso tan suave, que los llevaría a ambos a las nubes y los devolvería una y otra vez, recorrían la boca del otro como buscando lo desconocido…“
Las
mejillas de Hooke se habían tornado completamente rojas… No podía no
considerarlo atractivo en el, seguimos leyendo, finalmente los chicos del libro
amanecieron juntos abrazados por completo hacia un nuevo día de escuela…
- “La noche llegó a su final, los jóvenes amantes volvieron a su rutina diaria, pero la diferencia era, que iban a estar juntos los días que seguían a este… Y los llevaba a un nuevo mañana…” Fin… -dije finalmente cerrando el libro y dejándolo a un lado-
- ¿Y… que te pareció?
- Muy bueno a decir verdad…
- ¿No te diste cuenta que a las personas del libro le ocurrieron las mismas cosas de nosotros?... –me dijo sentándose un poco mas derecho-
- Si… pero no todo lo que les ocurrió nos pasó a nosotros, por ejemplo, nosotros no estamos enamorados… -dije con una risita burlona-
- Eso crees tu –susurró-
- ¿Raymond?...
- Te contaré una pequeña historia: “Era de un chico que era amado por todos, pero… aun así el se sentía bastante solo… Necesitaba a alguien que él quisiera pero las chicas que lo perseguían no eran muy buena opción. Un día entró a la biblioteca para escaparse de sus fans y encontró a una chica de trenzas, con gafas, que no estaba interesada en él si no en los libros de la biblioteca… Esa chica le llamó la atención y quería conocerla; se propuso a si mismo que si esa chica lo miraba aunque sea una vez… no era la chica que el buscaba, y no ocurrió, esa chica no lo miró ni una sola vez… Así que el intentó llamar su atención y comenzó a inventar de que el se había leído casi todos los libros de esa biblioteca, quizás así ella se interesaría, y para cuando se dio cuenta que solo la estaba molestando, buscó un libro de romance para que ella se fijara en lo que el sentía, y ahora en este momento aquel chico esta sentado al lado de aquella chica y ya terminaron aquel libro de romance que el chico quería que leyera...“ No tengo ni idea como terminará la historia, pues aun no se saben los sentimientos de aquella chica –dijo sonriendo, terminando de narrar-
Así que… le gusto a Hooke… Yo… ¿Le gusto a Raymond? Esto es… Eso es.. Imposible digo… Decía yo que chicos como el jamás le interesarían los libros… Pero… Ahora que lo pienso, el tiempo que he pasado con Raymond a sido grato… Me gusta estar con el y al mismo tiempo lo desprecio, ha sido el único chico que me a mirado siendo una empollona, es el único chico que me a confundido tanto… ¿Lo amo?…¿Esto es a lo que uno llama amor?
- “La noche llegó a su final, los jóvenes amantes volvieron a su rutina diaria, pero la diferencia era, que iban a estar juntos los días que seguían a este… Y los llevaba a un nuevo mañana…” Fin… -dije finalmente cerrando el libro y dejándolo a un lado-
- ¿Y… que te pareció?
- Muy bueno a decir verdad…
- ¿No te diste cuenta que a las personas del libro le ocurrieron las mismas cosas de nosotros?... –me dijo sentándose un poco mas derecho-
- Si… pero no todo lo que les ocurrió nos pasó a nosotros, por ejemplo, nosotros no estamos enamorados… -dije con una risita burlona-
- Eso crees tu –susurró-
- ¿Raymond?...
- Te contaré una pequeña historia: “Era de un chico que era amado por todos, pero… aun así el se sentía bastante solo… Necesitaba a alguien que él quisiera pero las chicas que lo perseguían no eran muy buena opción. Un día entró a la biblioteca para escaparse de sus fans y encontró a una chica de trenzas, con gafas, que no estaba interesada en él si no en los libros de la biblioteca… Esa chica le llamó la atención y quería conocerla; se propuso a si mismo que si esa chica lo miraba aunque sea una vez… no era la chica que el buscaba, y no ocurrió, esa chica no lo miró ni una sola vez… Así que el intentó llamar su atención y comenzó a inventar de que el se había leído casi todos los libros de esa biblioteca, quizás así ella se interesaría, y para cuando se dio cuenta que solo la estaba molestando, buscó un libro de romance para que ella se fijara en lo que el sentía, y ahora en este momento aquel chico esta sentado al lado de aquella chica y ya terminaron aquel libro de romance que el chico quería que leyera...“ No tengo ni idea como terminará la historia, pues aun no se saben los sentimientos de aquella chica –dijo sonriendo, terminando de narrar-
Así que… le gusto a Hooke… Yo… ¿Le gusto a Raymond? Esto es… Eso es.. Imposible digo… Decía yo que chicos como el jamás le interesarían los libros… Pero… Ahora que lo pienso, el tiempo que he pasado con Raymond a sido grato… Me gusta estar con el y al mismo tiempo lo desprecio, ha sido el único chico que me a mirado siendo una empollona, es el único chico que me a confundido tanto… ¿Lo amo?…¿Esto es a lo que uno llama amor?
El que la otra persona haga latir tu
corazón, eso es amor… Me gusta Raymond… Me gusta…
-
Yo…
Sobre ti… Hooke…
- No te gusto ¿Verdad?… Como te prometí no volveré a hablarte –en ese momento me dolió el corazón-
- ¡¡No!! –grité agarrando su brazo- No quiero que me dejes de hablar…
- No te gusto ¿Verdad?… Como te prometí no volveré a hablarte –en ese momento me dolió el corazón-
- ¡¡No!! –grité agarrando su brazo- No quiero que me dejes de hablar…
- ¡¡¡Eso es por que me gustas!!! –le grite-
Un silencio rotundo adornó la biblioteca, sabía que una biblioteca debía ser callada, pero este silencio era distinto y hasta aterrador…
- Me… gustas –dije para romper el silencio, ya lo había dicho, no tenía problema en repetirlo aunque sea embarazoso-
- Está bien… -dijo Hooke, estaba completamente rojo y se tapaba con el antebrazo, se dirigió hacia mí- Si quieres que no deje de hablarte… Esta bien… -dijo abrazándome y estrechándome contra su pecho-
- ¿Hoo-Hooke?
- Además… Tampoco iba a dejar de hacerlo… Me suicidaría antes de dejar de hablarte…
- Hooke… Gracias… -le dije devolviéndole el abrazo- Esto se parece demasiado al libro… -sonreí-
- No… Aún no… -dijo separándome un poco de él-
Recorrimos
la boca del otro como si estuviéramos adentrándonos en lo desconocido… “Te amo”
era en lo único que podía pensar…
Nos quedamos dormidos uno junto al otro, ni siquiera recuerdo como pudimos parar ese beso profundo, creo que el sueño nos ganó y caímos tendidos en los brazos de Morfeo…
A la mañana siguiente volvimos a nuestras clases normales, nadie notó que nos habíamos quedado en la biblioteca, supongo que todo había sido un sueño… Pero no era así, Raymond me pasaba a buscar a clases en la tarde para ir a leer más libros, las chicas me miraban con envidia y los chicos con algo de extrañeza, comencé a dejarme el cabello suelto como le gustaba a Raymond, mis calificaciones subieron y pude conciliar el sueño.
Ya era un poco tarde y estábamos en la biblioteca…
- Hooke… ¿Qué tal este libro?
- Cuantas veces te he dicho que dejes de llamarme “Hooke”, soy Ray… Y yo te llamaré Sarah ¿Ok? -me dijo con el ceño fruncido cambiándolo por una sonrisa repentina-
- Bien… Ray, amor… ¿Qué tal este libro? –le dije con un sonrojo en mis mejillas por mi atrevimiento-
- N-No creí que harías eso… -dijo tornando sus mejillas carmín-
Sonreí un poco, el me rodeo por la cintura y me dijo…
- ¿Que tal si nos quedamos de nuevo?
- ¡¡Ni lo sueñes!! No pienso mentirle a mis padres de nuevo- dije soltándome-
- Pero… Será divertido, esta vez será una novela… -dijo sollozando- Además no estoy pensando nada pervertido…
- Creo que lo pensaré… -dije sonriendo- Ahora… ¿Volvamos a casa juntos?
- Por su puesto… -dijo sonriendo-
Salimos de la biblioteca, Ray tomó mi mano y yo le correspondí, espero que estos días nos lleven a un mañana deslumbrante… Espero que ese mañana lo podamos disfrutar juntos…
En el piso de una peculiar biblioteca se encontraba un libro al cual le llegaban los rayos del sol al atardecer, ese libro se titulaba:
Noche
romántica de biblioteca
…Es
hora de descubrir la magia que hay en cada página…
No hay comentarios:
Publicar un comentario