- Notas de la Autora:
Gracias por esperar el capítulo y perdon por haberme demorado, pero he tenido muchas cosas que hacer en este mes... Es por eso que o siento... Seguiré subiendo capítulos de las dos novelas así que no se preocupen no las dejaré a medias... <3 Gracias de antemano... Los quiero... Bye...
Ahh... Y disfruten....
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- ¿Cuál
es tu flor favorita? –dije mirando el nudo de su corbata-- ¿Qué? –me miró estupefacto, Fred hizo igual- ¿Porqué?
- La verdad es que a una amiga mía le interesa saber tus gustos… Ya sabrás por qué… -le sonreí- Así que me preguntó por tu comida favorita, tu flor favorita y tu canción favorita… -enumeré con los dedos-
- Ahhh… Ok… -Me observó de manera más extraña aún-
- Si no quieres responder no lo hagas… ¡No te obligo! –me resigné, estaba lo suficientemente nerviosa para mirarlo directamente a la cara-
- No tengo problema en responder algo así… -reflexionó un poco para sí mismo- … Bien, mi comida favorita es la Lasaña, mi canción favorita es “Chop Suey” y mi flor favorita son las rosas…
- ¿En serio? ¿Te gustan las rosas? –lo miré intrigada-
- Si… Son bonitas… -Fred rió un poco- ¡¿Qué?! ¿De que te ríes? –lo encaró-
- Nada, nada… Solo me sorprendió un poco.
- ¡Ah! Por cierto… -Daniel se dirigió hacia mí- Me encontré con Bea el otro día y nos invitó a todos al festival de su escuela… ¿Iras? Es este fin de semana...
- Ahh… Creo que si puedo… Gracias por decirme, me contactaré con Bea para preguntarle la hora –me giré de espaldas a él- Hablamos luego ¿Ok?
No miré hacia atrás y caminé hacia donde estaba Marie y las demás. Me sentía feliz de poder saber un poco más de Daniel… ¿Así que rosas…? Que interesante…
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Me había pasado toda la noche anterior pensando en Hannah, en Daniel y en su repentina aparición en mi vida…
Hannah era menor que nosotros, pero era realmente hermosa y tenía muchas posibilidades de estar con Daniel por eso… Al menos eso creo yo…
Me decidí a ayudarlos y a resolver las pequeñas dudas de gustos y cosas favoritas que me había planteado Hannah…
Espera… Rebobinen…
Una amiga mía le interesa saber tus gustos…
¡Trágame tierra! ¡Que se habrá imaginado de mí! ¡¿Que soy una psicópata?! ¡Ay no… Por favor…!
Tranquila… Tranquila… Eso no es posible… A menos que…
Mejor no pensar en eso.
Me acerqué lentamente a la banca que se encontraba frente a la escuela, y la vi.
Ya habían pasado las horas de clase y tenía que verla en la salida.
Hannah estaba allí, esperándome.
- Hola –se dirigió hacia mi, alegre- ¿Qué tal tu día de clases?
- Hola… -me senté a su derecha- Supongo que bien… ¿Esperas a Marie?
- Si… Mas o menos, quería hablar contigo –me encontré con sus iris verdes-
- Ahh… Hablando de eso, te tengo las respuestas a tus preguntas…
- ¿Sí? –sus ojos se iluminaron un poco- ¡Dime, dime!
- Emmm… Su comida favorita es la Lasaña, su canción favorita es “Chop Suey” y su flor favorita son las rosas…
- ¡Me gusta la Lasaña!, pero no me gusta mucho ese tipo de música… -miró una pequeña hoja que se posó sobre sus piernas- ¿Sabes si tiene a alguien que le guste?
Marie…
Fue el primer nombre que se me vino a la mente, ¿Pero como decirle que era la amiga que siempre esperaba?
Me tragué mis pensamientos y respondí…
- Creo que sí… -dije sin mirarla, en todo caso no le estaba mintiendo-
- Oh… Vaya… Era obvio –su mirada se apagó por segundos- ¿Qué opinas que haga? ¿Rendirme?
- Yo… -tragué saliva, todo esto me dolía- Verás… No creo que tengas que rendirte tan fácil. Lo mejor que puedes hacer en estos momentos es luchar. ¿Te gusta? Entonces da lo mejor de ti para poder estar con él. Puede que ahora la llave de su corazón este custodiada, y el primer puesto lo posea otra persona que no eres tú, pero si lo intentas… Aunque sea poco a poco, estate segura que en algún momento el primer puesto de su corazón lo reinarás tú… Aunque sea poco a poco… Si puedes obtenerlo… Mas aún por como eres, o por como puedes llegar a ser… Solo da lo mejor de ti ¿Ok?
Me giré poco a poco para ver su reacción, no me di cuenta de lo que decía, solo lo dije.
Ella estaba con ambos ojos muy abiertos y sonreía deleitada.
- Perdón… Dije muchas cosas confusas ¿Verdad? –sonreí medio de lado-
- Dhalia… Hablas muy lindo –sonrió hacia mi, me sonrojé al instante-
- Yo… A veces me pongo demasiado seria con estas cosas…
- Gracias, supongo que no me daré por vencida –se levantó de la banca y se sacudió el pantalón- Ahí viene Marie… Me tengo que ir ¿Ok? Hablamos otro día…
- ¡Nos vemos! –mi mano se movió de un lado para otro, antes de que ella se girara y se fuera-
Esas palabras… También me las dije a mi misma
Yo tampoco… Me daré por vencida
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Corre… Corre… Corre…
¡¿Por qué hace tanto calor?!
Estaba tarde para el “Festival de Música” de Bea…
Salí rápidamente de mi casa y corrí para tomar el autobús, supuestamente me tendría que encontrar con mis amigos afuera de nuestra escuela para dirigirnos a la de Bea.
Pero era tarde, demasiado tarde.
Y para colmo, de nada sirvió arreglarme, estaba desastrosa después de esa corrida desesperada. Apartarte de sudada.
Me bajé desesperadamente del autobús, y arreglé un poco mi cabello para verme “algo” decente. Pero mi cara estaba roja de tanto correr.
- ¿Dhalia? –dijo alguien al frente mío-
Levanté mi rostro para ver quien se osaba a dirigirme a palabra, en el estado en que me encontraba. Y como cereza del postre ahí estaban Richard y Daniel. Mirando mi estado de cerdo a medio matar.
Mi cara se volvió más roja aún. Esperen… ¿Era posible?
No podía decir palabra alguna, y mis labios pronunciaron un triste intento de vocablo humano…
- Agua… -dije dejando reposar mis manos en mis rodillas, realmente parecía una mendiga perdida en el Sahara- Necesito… Algo… Frío… -dije entre jadeos-
- ¿Corriste para llegar hasta acá? –dijo Daniel, preocupado. Yo solo asentí- Tonta… No era necesario, podíamos esperarte…
- Lo siento… -respiré hondo, estaba más aliviada-
- Tengo algunas mentas, ¿Crees que te puedan refrescar? –me estiró una pequeña bolsita de bolitas blancas-
- En estos momentos sirve cualquier cosa… -tomé una y la introduje desesperadamente en mi boca- Mmmm… Esta rica… Gracias… -le sonreí medio de lado-
- Descansa un poco aquí en la sombra, después de un rato iremos a la escuela de Bea ¿Ok? –dijo Richard dirigiéndome bajo una pequeña sombra formada por uno de los bloques de la escuela-
- Gracias…
Después de unos minutos en los que me dejaron descansar, el par de cerezas de postre y yo tomamos un autobús. Y nos dirigimos al Festival de Bea.
¡Gi-gan-te!
Esa era la palabra perfecta para describirla.
Era una escuela solo de chicas y tan solo ver el gimnasio y el escenario ya me parecía grande. El casino y las salas también eran muy grandes, y organizadas.
Nos encontramos con Bea y los demás dentro del gimnasio donde se realizaría el festival.
Nos sentamos en las graderías, en la parte más alta de estas, para poder ver mejor el escenario. Daniel se sentó en una esquina, y Richard a su derecha conversaba con Michael quien lo encontramos dentro de la escuela, al parecer también fue invitado.
Me sentí incómoda y no encontraba asiento, y en una pequeña instancia Richard se separó unos centímetros más de Daniel.
¡Era mi oportunidad!
Mi trasero encontró la comodidad de un asiento al lado de Daniel…
- ¿Te molesta si me siento aquí? –le dije, después de haberme sentado-
- No, para nada, adelante… -se corrió un poco más a la izquierda para lograr ponerme más cómoda-
Sentí que el calor se apoderaba depredadoramente de mi rostro, el matiz rojo subió a mis mejillas, estaba muy cerca de Daniel…
De pronto, se escuchó un leve sonido de un micrófono a medio encender, y las luces se apagaron por completo dejando solo el escenario a la vista. Miré de reojo a Daniel, el cual estaba apoyado en la pared de su izquierda prestando atención.
Su rostro era iluminado solo por las luces de colores del escenario que se nos presentaba adelante; pero solo con ese matiz de luces pude distinguir que se veía aburrido y algo serio.
Me acerqué a él un poco para hablarle…
- ¿Estás bien? –pregunté en su oído, habían puesto música de fondo y no se escuchaba nada-
- Si… -dirigió su vista hacia mí, asintiendo- ¿Por qué preguntas?
- Te veías algo serio…
- Yo siempre me veo así –sacó la lengua divertido-
- Que serio… -dije irónica, él solo rió- ¿Sabes en que momento cantará Bea?
- No tengo la menor idea –subió los hombros- Creo que allí la veo
Miré hacia el escenario y en una esquina divisé la silueta de Bea, tenía puesto un hermoso vestido formal para poder cantar.
De pronto, un señor vestido de terno y corbata se plantó frente al escenario y comenzó a dar las indicaciones de cómo se celebraría el Festival, poco a poco fueron cambiando la música y la gente que se plantaba, sin pánico escénico, frente al escenario.
Mientras sonaban las canciones, mi mirada se desviaba a la silueta oscura de Daniel, quien cada cierto tiempo se echaba a la boca una de las bolitas de menta que me había dado a mi después de bajar del autobús.
Ahora que lo pienso… Hace ya un tiempo, lo veo comiéndolas. Últimamente lo veo con uno o dos de esos paquetes de dulces de menta…
- ¿Quieres? –dijo ofreciéndome una bolita de menta-
- Gracias –tomé una; sabían bien-
De pronto, una canción conocida y popular comenzó a sonar. Richard y Michael comenzaron a cantar la letra y a moverse cómicamente al ritmo de la música; yo solo reí a verlos tan felices. Pero sinceramente ese tipo de canciones a mi no me gustaban y, según sabía, a Daniel tampoco. A pesar de eso, sentí un movimiento extraño a mi izquierda y noté claramente como la pierna derecha de Daniel se movía al ritmo de canción.
- ¿Daniel? –le dije a su oído-
- ¿Mhh? –respondió él de brazos cruzados-
- ¿Esta música te gusta? –le dije entre risas-
- No tengo nada más que hacer que escuchar la música de aquí…
- ¡Juguemos! –le dije en un intento de sacarlo de su estado de “estoy aburrido y no se que hacer”-
- ¿A qué? –dijo él-
- Tu sabes que puedo ganarte… -dije apoyando mi mano en la parte inferior de la gradería para bajar la temperatura de mi mano izquierda-
- Ahh… Eso es mentira –colocó esta vez su mano en la pared de su izquierda-
- ¡No enfríes tus manos! ¡Para ti es más fácil! –le dije en un intento de ganar por trampa-
- ¡Tramposa! –retiró sus manos de la pared e hizo que yo las quitara de debajo de las graderías-
- Bien, que sea así… ¿Quién gana?
Tomó mi mano izquierda dulcemente y la juntó con la suya. Su mano se sentía más helada, pero solo un poco…
Sonrió juguetonamente, pronunciando un “Gané yo”, lo miré y rodeé los ojos…
Su mano no soltó la mía y yo solo la apoyé en la gradería y él encima de la mía; mi corazón comenzó a palpitar fuertemente, pues quería hacerlo, quería entrelazar mi mano con la suya… La necesitaba.
Poco a poco la comencé a mover para que mi palma chocara con la de Daniel, pero para cuando llegué a la posición correcta, él ya estaba entrelazando nuestros dedos.
Dhalia Ness se hizo presente, sin dejarme respirar tranquila y colocando mi rostro de un matiz rojo vino.
¿Qué significaba esto?
Es cálido y confortable… No me moví de allí en todo el Festival de Música.
Ni siquiera, pude concentrarme en lo que decía Daniel de repente, con respecto a Bea… Ness había aprendido a volar en el espacio intergaláctico…
El “concierto” terminó.
Y las luces se prendieron para que la gente pudiese salir sin tropezarse unos con otros.
Daniel y yo nos quedamos sentados tomados de la mano… No sabía que hacer en estas instancias…
Necesitaba ayuda… Y Ness no era precisamente la ayuda que necesitaba…
- ¿Qué significan esas manos? –dijo Bea frente a nosotros, apuntándonos-
- Es solo un juego… –respondimos ambos a la vez, mi rostro se tornó carmín nuevamente, este juego se estaba volviendo una escusa para entrelazar mis manos con las de Daniel-
- ¿Mmm, un juego? No les creo… -dijo Bea-
- Es eso solo un juego –dijo Daniel, colocándose de pie y soltando mi mano otra vez, separándola del lugar confortable-
Nos colocamos de pie con los demás para salir de allí e irnos a nuestras casas…
- ¡Hey! –dijo Bea- ¿Qué les parece si vamos a comer algo?
Solo un juego… Solo eso es…
Duele pensar en eso, pero… Aunque solo pueda tomar su mano por ahora como una simple escusa…
Aun así… ¿Puedo darme el gusto de ilusionarme?
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