- Notas de comienzo de capítulo:
Mis queridos lectores... Les advierto que este capítulo no es tan emocionante, pero da pie para un evento muy importante en el siguiente capítulo ^_^ Después de todo gracias por leer!! Y sin más retrasos, disfruten...
Ha
pasado una semana desde mi cumpleaños, todo a estado bien y tranquilo.
Desde
aquel día no me he sacado el collar que Daniel me regaló, y realmente me siento
un poco mal por usar solo el que me regaló él y no otro, que me regaló una de
mis amigas.
Llegué
a clases escondiendo los audífonos tras de mi oído (No los permitían dentro del
establecimiento) e instintivamente llevé la mano a mi cuello para sentir el
delicado contorno de la mariposa que allí se posaba… Desde hace días se había
vuelo una pequeña costumbre en mí…
- ¡Buenos días Dhalia! –dijeron detrás de mí al cerrar mi casillero-
- ¡Hola Belly! –la saludé con una sonrisa-
- ¿Hoy nos toca música verdad? –dijo entusiasmada-
- Sip, la clase pasada no tuvimos por el feriado ¿Verdad?
- ¡Buenos días Dhalia! –dijeron detrás de mí al cerrar mi casillero-
- ¡Hola Belly! –la saludé con una sonrisa-
- ¿Hoy nos toca música verdad? –dijo entusiasmada-
- Sip, la clase pasada no tuvimos por el feriado ¿Verdad?
Belly
era una gran amiga, una de mis mejores amigas a decir verdad. Siempre era linda
y tierna conmigo, además de ser muy inteligente y simpática, ella siempre
encontraba la forma de hacer reír a su grupo de amigos.
Hablamos
la mayor parte del día sobre grupos de música, cantantes y chistes fomes. No
sabría decir como llegó ese tema a la conversación.
Era
tiempo de descanso, así que fui a guardar mis cosas a mi casillero. Al darme la
vuelta, logré divisar a un chico saludándome desde el pasillo, le devolví el
saludo y fui hasta él.
- No te había saludado en todo el día ¿Verdad? –dije cuando estaba cerca de él y noté una suave fragancia a dentífrico-
- Ah… No… Hola –dijo Richard con una sonrisa perfecta- Emmm… Quería darte algo
- ¿A mi? ¿En serio? Pero mi cumpleaños ya fue… –dije estupefacta, no me esperaba eso-
- No es por tu cumpleaños –rió- Toma
- No te había saludado en todo el día ¿Verdad? –dije cuando estaba cerca de él y noté una suave fragancia a dentífrico-
- Ah… No… Hola –dijo Richard con una sonrisa perfecta- Emmm… Quería darte algo
- ¿A mi? ¿En serio? Pero mi cumpleaños ya fue… –dije estupefacta, no me esperaba eso-
- No es por tu cumpleaños –rió- Toma
Extendió
un sobre transparente con un CD dentro, lo recibí extrañada y lo abrí… Noté que
tenía algo escrito con su puño y letra; eran títulos de unas series que no
conocía…
- ¿Recuerdas que te hablé de una serie muy buena? –dijo sonriendo-
- Si, si lo recuerdo… -dije dirigiendo mi mirada desde el CD hasta él ¿Había hecho esto por mí?- Pero no tenías que… Digo…
- No te preocupes por mi, yo quería hacerlo
- Emmm… Pues… ¡Gracias! –le volví a sonreír- Iré a guardarlo…
- ¡Te acompaño! –dijo siguiéndome- ¿Te diste cuenta de que escribí otra serie? –apuntó el CD-
- Si, me di cuenta –lo miré nuevamente- ¿De que trata? ¿Es buena?
- Muy buena… Verás…
- ¿Recuerdas que te hablé de una serie muy buena? –dijo sonriendo-
- Si, si lo recuerdo… -dije dirigiendo mi mirada desde el CD hasta él ¿Había hecho esto por mí?- Pero no tenías que… Digo…
- No te preocupes por mi, yo quería hacerlo
- Emmm… Pues… ¡Gracias! –le volví a sonreír- Iré a guardarlo…
- ¡Te acompaño! –dijo siguiéndome- ¿Te diste cuenta de que escribí otra serie? –apuntó el CD-
- Si, me di cuenta –lo miré nuevamente- ¿De que trata? ¿Es buena?
- Muy buena… Verás…
Y
así, pasamos todo el descanso, Richard era una muy buena persona, se dio el
tiempo de descargar las series, comprar un CD y dármelo sin nada a cambio.
Mientras
lo veía divertido narrándome la trama de la serie y prometiéndome que traería
más, yo sonreía para mis adentros…
Una
muy buena persona…
Al
final del descanso, se despidió y dijo que me vería mas tarde.
Sonreí
y miré a mí alrededor, había una terrible marea humana que me arrastraba a los
pasillos.
Tocaba
historia… Odiaba historia, y creo que la odiaba porque no la entendía… Al menos
eso me decía Daniel…
Daniel…
En
un pequeño impulso miré las escaleras, mis ojos vieron su silueta bajando los
escalones, tenía las manos en los bolsillos y caminaba contra la marea con la
yo no podía. Mi corazón se sintió cálido por unos instantes. Y perdí su silueta
cuando no pude luchar más contra la multitud.
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La
campana sonó… Dos sonaron. Fin de otra tortuosa hora de clase de Historia y de Física.
Eran
las tres de la tarde, y el calor era sofocante. Gracias a Dios las escaleras
eran un lugar muy fresco para poder estar. Estuvimos allí largo rato junto con
un delicioso y refrescante helado de fresa.
- ¿Tienes calor? –dijo a mi lado, el tampoco se había aguantado el calor y se había quitado el chaleco-
- ¿No se nota? –dije sarcástica ventilándome unos segundos con las manos-
- Pareces un tomate –me miró de forma extraña-
- ¡Ay Dios… No! –me toque con ambas manos las mejillas-
- Era broma, tonta –se rió de mi-
- ¡Daniel! ¡Mentiroso! –le golpeé el hombro derecho pero ni siquiera lo moví-
- Débil –me sacó la lengua-
- Infantil –le saqué yo la lengua esta vez-
- Mira quien lo dice, la Sra. Madurez…
- No me hace gracia –reí- Imbécil…
- ¿Qué tal si vamos a música? La campana está por sonar… -dijo mirando la hora en su celular-
- Bien –me levanté rápidamente- Vamos…
- Te advierto que la sala de música es una de las mas sofocantes de la escuela –se levantó él-
- No… -me detuve de bajar las escaleras- ¡Tengo calor! –Y estiré dramáticamente mis brazos en el aire-
- ¿Vamos? –bajó riéndose de mi-
- Cruel… -hice un pequeño puchero-
- Compraré un par de helados… -dijo dirigiéndose a ello-
- ¿En serio? ¡Gracias!
- ¿Tienes calor? –dijo a mi lado, el tampoco se había aguantado el calor y se había quitado el chaleco-
- ¿No se nota? –dije sarcástica ventilándome unos segundos con las manos-
- Pareces un tomate –me miró de forma extraña-
- ¡Ay Dios… No! –me toque con ambas manos las mejillas-
- Era broma, tonta –se rió de mi-
- ¡Daniel! ¡Mentiroso! –le golpeé el hombro derecho pero ni siquiera lo moví-
- Débil –me sacó la lengua-
- Infantil –le saqué yo la lengua esta vez-
- Mira quien lo dice, la Sra. Madurez…
- No me hace gracia –reí- Imbécil…
- ¿Qué tal si vamos a música? La campana está por sonar… -dijo mirando la hora en su celular-
- Bien –me levanté rápidamente- Vamos…
- Te advierto que la sala de música es una de las mas sofocantes de la escuela –se levantó él-
- No… -me detuve de bajar las escaleras- ¡Tengo calor! –Y estiré dramáticamente mis brazos en el aire-
- ¿Vamos? –bajó riéndose de mi-
- Cruel… -hice un pequeño puchero-
- Compraré un par de helados… -dijo dirigiéndose a ello-
- ¿En serio? ¡Gracias!
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Eran
casi las cinco de la tarde y comprobé en carne propia lo que Daniel había dicho
anteriormente. Esta sala si es realmente sofocante.
¡¿Por
qué queridísimas nubes, no aparecen y tapan a este maldito sol unos
segundos?!
En
clase de música tuvimos que cambiarle la letra a una canción que nos gustase,
mi grupo ya había pasado a presentarla, y ahora le tocaba al grupo de Belly.
Sonreí y aplaudí mientras cantaba.
- Hey… -me llamó Daniel a mi lado-
- ¿Mmm? –me acerqué para escucharlo mejor-
- Belly canta muy bien… -dijo cerca de mi oído, sentí su aroma e inspiré, unas pequeñas mariposas se revolvieron a su antojo-
- Tienes razón –sonreí mirándolo esta vez de frente para calmar a mis mariposas-
- Eso… -miró unos instantes mi cuello, y me fijé que había desabrochado uno de mis botones y dejé expuesto un poco el collar de mariposa- Lo llevas puesto…
- Si… Es muy bonito, gracias por regalármelo… –lo toqué y lo guardé dentro de la blusa-
- Dhalia… -dijo mirándome unos segundos a los ojos, con ese pequeño acto mi corazón dio un pequeño brinco- ¿Quién te gusta?
- Hey… -me llamó Daniel a mi lado-
- ¿Mmm? –me acerqué para escucharlo mejor-
- Belly canta muy bien… -dijo cerca de mi oído, sentí su aroma e inspiré, unas pequeñas mariposas se revolvieron a su antojo-
- Tienes razón –sonreí mirándolo esta vez de frente para calmar a mis mariposas-
- Eso… -miró unos instantes mi cuello, y me fijé que había desabrochado uno de mis botones y dejé expuesto un poco el collar de mariposa- Lo llevas puesto…
- Si… Es muy bonito, gracias por regalármelo… –lo toqué y lo guardé dentro de la blusa-
- Dhalia… -dijo mirándome unos segundos a los ojos, con ese pequeño acto mi corazón dio un pequeño brinco- ¿Quién te gusta?
En
ese instante mis pulsaciones se salieron de control, no podía mantener mis ojos
en los suyos, en esa profunda mirada que me hacia delirar. Las pequeñas
mariposas que sentía antes, las sentí con mayor fuerza, como si mutasen y
quisieran salir de mi estómago para ser libres y comer cerebros. Sentí mis
mejillas y orejas arder e instintivamente llevé una de mis manos detrás de mi
oído derecho. Sip, estaba caliente.
- ¿Por… Porqué preguntas eso? –mis palabras tropezaron al salir de mi boca-
- Porque quiero saber ¿No puedo? –me miró divertido-
- ¡No! –respondí de inmediato, no le iba a decir quien me gustaba así como así-
- Vamos dime…
- Si tú lo dices primero… -¡Muy bien Dhalia! ¡Espada contra la pared!-
- Yo pregunté primero que tú –sonrió medio de lado, volví a sonrojarme y me ventilé con la mano-
- No quiero…
- Dime –me pellizco la costilla-
- ¡Dije que no! –reí semi molesta-
- ¡Daniel! ¡Dhalia! ¡Silencio ambos! Han estado hablando toda la clase –dijo el profesor enfrente, y mis compañeros comenzaron a molestar con silbidos-
- Lo lamento… -bajé la cabeza- Todo tu culpa… -susurré hacia él-
- Te retaron –rió en voz baja-
- Imbécil…
- ¿Por… Porqué preguntas eso? –mis palabras tropezaron al salir de mi boca-
- Porque quiero saber ¿No puedo? –me miró divertido-
- ¡No! –respondí de inmediato, no le iba a decir quien me gustaba así como así-
- Vamos dime…
- Si tú lo dices primero… -¡Muy bien Dhalia! ¡Espada contra la pared!-
- Yo pregunté primero que tú –sonrió medio de lado, volví a sonrojarme y me ventilé con la mano-
- No quiero…
- Dime –me pellizco la costilla-
- ¡Dije que no! –reí semi molesta-
- ¡Daniel! ¡Dhalia! ¡Silencio ambos! Han estado hablando toda la clase –dijo el profesor enfrente, y mis compañeros comenzaron a molestar con silbidos-
- Lo lamento… -bajé la cabeza- Todo tu culpa… -susurré hacia él-
- Te retaron –rió en voz baja-
- Imbécil…
Y
después de todo… Si… Era él… Lo podía decir con claridad...
Me gustaba Daniel…
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Salida
al fin.
Eran
las cinco y tenía que esperar a mi padre que me venía a recoger hoy. Estaba en
una banca enfrente de la escuela, esperando y viendo como los demás se iban.
Gracias
al cielo estaba bajo la sombra de un castaño enorme que se encuentra frente a
la escuela
¡Dios
bendiga a quien se le haya ocurrido plantarlo y a quien se le haya ocurrido
dejarlo allí!
Mi grupo de amigos me vio y se devolvieron a despedirse de mi uno a uno.
- Perdona… Hoy no podemos quedarnos a esperar contigo… -dijo Daniel despidiéndose de mi junto con Richard-
- Tenemos que hacer un trabajo –dijo esta vez Richard-
- Lo sé, no se preocupen por mí. ¡Nos vemos mañana! –me despedí de los dos, y estos riendo se alejaron de mí-
Mi grupo de amigos me vio y se devolvieron a despedirse de mi uno a uno.
- Perdona… Hoy no podemos quedarnos a esperar contigo… -dijo Daniel despidiéndose de mi junto con Richard-
- Tenemos que hacer un trabajo –dijo esta vez Richard-
- Lo sé, no se preocupen por mí. ¡Nos vemos mañana! –me despedí de los dos, y estos riendo se alejaron de mí-
La
verdad es que hace más de una semana, Richard y Daniel me han acompañado a
esperar el autobús conmigo. Gracias a ellos no me he aburrido en las tardes y
no he estado sola.
De
pronto, una chica de cabello claro se sentó a mi izquierda. La miré de reojo,
traía puesto un buzo de otra escuela, de hecho la escuela de mi prima. Se veía
alta para estar sentada y tenía un bello cabello.
- Hola –me saludó de repente-
- Hola –me encontró desprevenida-
- ¿Puedo preguntarte algo? –dijo ella sin inmutarse-
- Adelante… -me sentí un poquito incomoda-
- ¿Conoces a Daniel Fogher? –me miró fijamente mostrando sus iris color verde esperando mi respuesta-
- Si, lo conozco… -ahora si, estaba realmente incomoda…. ¿Qué quería ella de Daniel? – De hecho es mi amigo…
- ¡¿De verdad?! ¿Es tu amigo? –Si… solo eso era, nada más… Un buen amigo-
- ¿Por qué preguntas? ¿Lo conoces? –Y allí estaba… Mi primer síntoma de celos-
- Aún no, pero quiero conocerlo… Es muy lindo… -dijo dejándome sin palabras-
- Mmmm ¿Conocerlo?
- Bueno, en realidad, me gustaría ser algo más para él ¿Me entiendes? –Asentí. Ahora si que me sentía con ganas de vomitar- Pero, no sé si le gustaría… Dime, ¿Qué cosas le gustan? –Wow, esta chica iba directo al punto-
- Ammm… Bueno… Le gusta la música fuerte, ver series, molestar mucho, no le gusta el pop ni las personas mentirosas…
- ¿Y su canción favorita? ¿Su comida favorita? ¿La persona que le gusta? ¿Su flor favorita? –dijo entusiasmada-
¿Escuché bien? Había preguntado por “su flor”… Espera, ahora que lo repito suena gracioso. Pero aún así… ¡¿Quién rayos pregunta por su flor favorita?!
- Hola –me saludó de repente-
- Hola –me encontró desprevenida-
- ¿Puedo preguntarte algo? –dijo ella sin inmutarse-
- Adelante… -me sentí un poquito incomoda-
- ¿Conoces a Daniel Fogher? –me miró fijamente mostrando sus iris color verde esperando mi respuesta-
- Si, lo conozco… -ahora si, estaba realmente incomoda…. ¿Qué quería ella de Daniel? – De hecho es mi amigo…
- ¡¿De verdad?! ¿Es tu amigo? –Si… solo eso era, nada más… Un buen amigo-
- ¿Por qué preguntas? ¿Lo conoces? –Y allí estaba… Mi primer síntoma de celos-
- Aún no, pero quiero conocerlo… Es muy lindo… -dijo dejándome sin palabras-
- Mmmm ¿Conocerlo?
- Bueno, en realidad, me gustaría ser algo más para él ¿Me entiendes? –Asentí. Ahora si que me sentía con ganas de vomitar- Pero, no sé si le gustaría… Dime, ¿Qué cosas le gustan? –Wow, esta chica iba directo al punto-
- Ammm… Bueno… Le gusta la música fuerte, ver series, molestar mucho, no le gusta el pop ni las personas mentirosas…
- ¿Y su canción favorita? ¿Su comida favorita? ¿La persona que le gusta? ¿Su flor favorita? –dijo entusiasmada-
¿Escuché bien? Había preguntado por “su flor”… Espera, ahora que lo repito suena gracioso. Pero aún así… ¡¿Quién rayos pregunta por su flor favorita?!
- En realidad eso no lo sé, pero creo que le gusta alguien –dije intentando no reírme de sus preguntas absurdas y no pensar tristemente en Marie-
- ¿Podrías preguntarle? - ¿Escuché bien? - Por favor…
- Ahhh… Esta bien…
- Por cierto, mi nombre el Hannah –me sonrió-
- Mi nombre es Dhalia…
- Ok Dhalia… ¿Me harías un favor? –dijo ganándose de lado y viéndome fijamente- ¿Podrías acercarme a Daniel para llegar a algo más con él? –Ahora sí mi cajita de celos iba a explotar- Realmente me gusta…
- Yo… -dudé y abrí la boca para decirle que no podía, pero…- Esta bien… Ayudaré –Sip. Yo y mi bocota-
- ¡Gracias! -Me abrazó- Por cualquier cosa, estaré aquí en las tardes, estoy esperando siempre a una amiga-
- Ah ¿Si? ¿A quien? –dije sonriendo tristemente para mis adentros-
- A Marie ¿La conoces? -mis ojos se abrieron de par en par-
- Es mi amiga también –dije calmándome-
- Ahh… Que bien… Y… ¿Quién dices que le gusta a Daniel? –dijo riendo un poco-
Una
bocina me distrajo de sus palabras, era la furgoneta de mi padre que venía a
buscarme. ¡Gracias Dios, sacándome de esta tortura!
- Lo siento tengo que irme, es mi padre –tomé mi bolso rápidamente-
- Mañana me cuentas ¿Ok? –se despidió de mí-
- Lo siento tengo que irme, es mi padre –tomé mi bolso rápidamente-
- Mañana me cuentas ¿Ok? –se despidió de mí-
Apss.
Claro. Había un mañana.
Toqué
mi mariposa unos instantes antes de subirme a la furgoneta.
“¿Quién te
gusta?”
Eso
debería habértelo dicho yo a ti. Ahora tienes a alguien más que busca la misma
respuesta, y ocupar el mismo espacio para colocar su nombre en ella.
Y mi
triste corazón de abuelita buena, no permitió impedirlo… ¡Estúpida yo!
Hannah y Daniel. Marie y Daniel.
Yo
no calzaba en eso… Quizá mi nombre ni siquiera logre estar a tú lado…
Y yo…
Tampoco…
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