Daniel… Es realmente una buena persona…
-
“¡¿Pero
que estoy pensando, Dios?!” –dije para mis adentros- Daniel es una amigo,
un muy buen amigo que tuvo la amabilidad de escucharme, solo eso.
Me senté en la cama y pasé ligeramente mi mano
tras de mi oreja, en un intento de ordenar mi cabello. Suspiré ligeramente y seguí viendo el capítulo
de mi serie de la semana (realmente me gusta ver series)
Habían pasado semanas de aquella vez, en que…
Bueno, Daniel y yo nos tomamos de las manos ¡¿Pero solo es tomarse las manos,
verdad?! Solo un juego…
En estas semanas, conocí mucho mejor a Daniel,
sus pros y sus contras, realmente es un pervertido, y un idiota también, pero
tengo que admitir que me hace reír mucho.
Sus chistes fomes y su rara forma de ser, lo vuelven alguien especial y
querible para quien sea cercano a él.
-
¡Hola, Dhaly! –dijo Seth tras de mí-
-
Hola –respondí sonriente-
-
¿Vas a almorzar, cierto? –me tomó del brazo sin
vergüenza-
-
Si –me deje llevar-
El “comedor” de la escuela, que no era un
comedor, sino mas bien un salón multiuso, olía a diversos tipos de comida,
pescado, papas fritas, fideos, puré de papas y… Otros olores indescriptibles…
Definitivamente, este lugar necesitaba ventilación, en especial en esta época,
en donde el calor brota hasta de los párpados.
Si, estábamos a mediados de Septiembre, y en
Sudamérica, en esta época, el calor comienza a mostrar su peligro… Pero en esta
fecha, ocurre algo realmente importante para mí…
-
¿Celebrarás tu cumpleaños? –dijo Aura, a mi
costado-
-
Si, después de todo son mis 15, y quiero hacer
algo especial, pero no se qué exactamente… -le respondí llevándome unos fideos
a mi boca- Pero tengo la idea de una fiesta de disfraces ¿Qué opinas?
-
¡¡Si!! ¡Es muy buena idea! ¡Me gusta, me gusta!
–respondió ella-
Aura era una chica más alta que yo, y con una
bella cabellera oscura y lisa que se perdía detrás de sus hombros hasta la
parte baja de su espalda, ella es muy expresiva y artística, después de todo es
reconocida por su hermosa voz, y sus hermosos dibujos a mano alzada.
Estábamos sentados en el “comedor”, todos juntos,
Jeay, Nataniel, Richard, Fred y Daniel; y gracias al cielo, Aura se queda a
almorzar ahora, y Alex nos acompaña de vez en cuando, cuando puede. ¡Ya no soy
la única mujer! J
-
¿Escuché disfraces? –dijo Michael, a su lado-
¿Todos debemos ir con disfraces?
-
Si no te gusta… Podría… -Intenté cambiar mi
idea-
-
¡No! Me gusta mucho, pero que los demás se
coloquen de acuerdo, para que los disfraces no se repitan
-
¡Si! –dijo Seth- Sería aburrido si se
repitieran…
-
Eso yo ya lo dije… -contestó Michael, haciendo
que Seth bufara-
-
¿De que te disfrazarás tu Dhaly? ¿Ya lo tienes
en mente? –me dijo Seth haciendo caso omiso a Michael; Aura se acercó un poco
más por curiosidad-
-
Mmm… Había pensado… Un ángel… -dije-
-
¡Que bello! –se emocionó Aura-
-
Si, pero no lo digas tan alto… -le repliqué-
La hora de almuerzo se terminó, y como siempre,
me dirigí a las escaleras para reposar mi almuerzo. Daniel fue tras de mí y se
sentó a mi lado, los demás, se quedaron en el patio trasero a la merced de este
horrible sol; y gracias a él, mi sueter había desaparecido y las mangas de mi
camisa estaban arremangadas.
-
Escuché sobre tu cumpleaños… -inició él la
conversación-
-
Sí, ¿Qué opinas? ¿No te gusta la idea? –me
mordí la mejilla interior, estaba demasiado cerca, y el olor que desprendía iba
a hacer que formara un charco del tamaño del lago Ness, ¿Y adivina quien sería
el monstruo que se lo comería? Pues yo… Dhalia Ness…
-
La verdad, me da igual, es tú cumpleaños, no el
mío… Debería gustarte a ti no a mi… -sip… cortante, así como solo él puede
serlo, pero honesto, muuuuy honesto- ¿Cuándo lo celebrarás?
-
El próximo sábado…
-
Es decir, este sábado…
-
Emmm… Si… -me pateé mentalmente-
-
Tienes que preparar las cosas rápido, ya es martes…
-
Si lo sé… -hubo un pequeño he incomodo silencio
entre los dos-
-
¿Quién irá? –rompió el hielo-
-
Pues mis amigos, tu sabes, Michel, Richard,
Fred, Seth y los demás, también las chicas, Belly, Marie, Jade… ¡Ah! También
invitaré a Bea… -dije nombrando con los dedos-
-
Mmmm… -miró hacia otro lado sin expresión-
¡Oye! –se volvió hacia mi- Seguro que ahora también te gano…
-
¿Qué? –respondí, atacada por la afirmación
repentina. Pero al ver su mano extendida, entendí el porque… -Ah… No lo sé…
Estiré levemente mi mano para hacer contacto
con la suya, su mano estaba tibia y la mía se sentía mucho más helada ¡Bien
gané!
Poco a poco el calor se apoderó de mí, quizás
por el ambiente de hoy o el de ahora, no lo sé muy bien, pero mi estomago se
revolvió al recordar nuestras manos juntas y entrelazadas… Me separé de él…
-
¿Ves? Te gané –lo apunté en su cara-
-
Creo que sí, pero ¿Quién gana siempre? ¿Tú o
yo? –me encaró-
-
¡Yo! –reí-
-
Mentirosa… -rió el también-
Los días pasaron muy rápido, y cada vez que
entro a una clase y él se sienta detrás de mí siento su inigualable aroma a
varón. Como en las clases de Biología, que sin siquiera saber que pasa detrás
de mi para recoger una goma, se que está ahí, ¡Y todo por ese aroma! ¡Ese
terrible, singular, particular e insaciable aroma a él! Aroma a Daniel… Mmmm…
Al entrar en la clase de Biología, me senté en
unos de los puestos de al frente (mi vista no es muy buena), y Daniel se sentó
en el asiento de la esquina, en la fila detrás de mí.
Realmente la clase era importante, y la prueba
se acercaba, pero ¡Ese maldito aroma! ¡No puedo concentrarme! Es como si
tuviese una máquina de perfume cerca de su cuello… ¡Es demasiado!
Coloqué más atención en la clase… Hablaban algo
sobre las ETS, reproducción sexual, cambios hormonales, y esas cosas… Mmmm…
“cambios hormonales”, ellos tenían la culpa de todo esto, maldita biología,
malditos cambios, malditas hormonas… ¡Maldita profesora que cambia la
presentación de PPT tan rápido! ¡Apena llevo dos líneas! ¿No escribo a la
velocidad de la luz, sabe?
Me rendí al momento en que la profesora pasó
cinco diapositivas a la velocidad del rayo y ni siquiera logré anotar la idea
principal de cada una, pero ella hablaba y hablaba. Hice como si colocara
atención y dirigí mi mirada al provocador de mi desdicha; para mi sorpresa, él
también me observaba de reojo.
Mi corazón saltó por segundo, y ese segundo en
que nuestras miradas hicieron contacto parecieron años, siglos. Devolví
rápidamente la mirada a mi cuaderno, mis oídos ardían y mi corazón palpitaba
muy fuerte. Me recosté sobre la mesa y miré por detrás de mi flequillo; él
estaba de espaldas a la pizarra, conversando y haciendo muecas raras (y algunas
obscenas) con Richard y Fred, riendo como si no hubiese pasado nada, como si no
se hubiese dado cuenta… de mí estado…
-
“Idiota”
–pensé, volviendo a caer en estado Ness recostándome sobre la mesa-
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Una chica de cabello oscuro y liso, vestida de
sirvienta provocativa me miraba con un rostro boquiabierto y pálido. Sip. Ese
era mi reflejo.
Estaba escondida detrás de la cortina que
separaba a mis amigas con mi persona…
-
¡Dhalia! –escuché del otro lado- ¿Estás lista?
¡Queremos verte!
-
¡Si! Pero… -abrí las cortinas, y las chicas me
miraron de pies a cabeza- No creo que sea lo adecuado…
-
¡Me encanta como se ve en ti, amor! –dijo la
dueña de la tienda de disfraces- Y si lo deseas puedes combinarlo con unas
botas con tacos o este pequeño adorno para la cabeza… -dijo buscando entre sus
cosas-
-
Marie… -dije acercándome a ella- No me
convence… Me siento incomoda…
-
Se que quieres vestirte de ángel, pero si no
encuentras uno, deberías tener una segunda opción ¿No?, y a mi parecer este se
te ve muy lindo también –terminó de verme y su enfocó en buscar otros
disfraces-
-
A mi también me gusta… -dijo Jade detrás de
ella- ¡Mira Marie! ¡Encontré un traje de calabaza! ¡¡Y la parte de arriba es un
sombrero!! –rió-
Resoplé para mis adentros y volví a esconderme
tras las cortinas. No me gustaba. Simplemente no podía gustarme como me veía.
Para comenzar, la falda era demasiado corta, me quedaba ancha de la cintura, y
en la delantera… Bueno… Si hubieses querido poner un balón de basketball entre
mis pechos y el vestido, hubiese cabido… Se que estoy exagerando, pero si… Son
pequeños… Pero esa parte del vestido podía arreglarse. Al fin y al cabo era
demasiado provocativo para mi… ¡Además era una sirvienta! ¡Peor aún!
Bajé la cremallera del vestido y lo retiré de
mi cuerpo. Lo tomé con ambos dedos y lo deje en el pequeño banco que había a mi
izquierda, donde también reposaba mi ropa; la tomé y me cambié rápidamente.
-
¡Dhalia! ¡¿Estás Lista?! ¡Quiero probarme este!
–dijo Marie del otro lado-
-
¡Si! –no tengo la menor idea de porque
alzábamos la voz, estábamos separadas por una cortina, no por una pared… -
Salí de detrás de las cortinas y dejé entrar a
Marie, que traía un bulto oscuro en sus brazos. Me fijé en los demás disfraces,
había muchos y de todos los colores.
-
¿Entonces no lo vas a usar, corazón? –me dijo
la dueña-
-
No… Gracias… Me quedó un poco grande –Pffff…
Si… Un poco-
-
Ummm… Que pena… Tengo otro, pero es mas grande
aún, y además es mucho mas provocativo que este –dijo tomando el vestido entre
sus manos-
¡Hay Dios! ¿Entramos en una tienda de
disfraces, verdad? ¿Disfraces para CUMPLEAÑOS, verdad?
Le sonreí y seguí mirando los otros disfraces,
había hadas, calabazas, ninjas, piratas, princesas, príncipes, animales,
fantasmas, etc. Tenía de todo. Y por suerte, la gran mayoría eran infantiles,
lo demás… Bueno, entraba en otra categoría.
Belly se encontraba midiendo un traje de hada
muy bello de color anaranjado, y Jade estaba riendo y jugando con varitas, alas
y calabazas gigantes.
Me detuve a observar un traje de muñeca de
hallowen muy bello, era rosa con negro y blanco, pero era precioso. Creo que lo
único que podía destacar de esta tienda, es que sus trajes están bien cuidados,
limpios y lindos.
-
¡Ya! –dijo Marie saliendo de detrás de las
cortinas- ¿Se ve bien?
Su traje era muy bello, y en ella se veía
mejor, después de todo, ella si tenía con que llenar el vestido de sirvienta…
Pero este no era de sirvienta, sino de vampiresa. Y sus tonos vagaban entre
negro y fucsia. Pero… ¡Dios mío! ¡Acaso esta tienda no tenía trajes lindos que
no fueran de ese estilo! Después de
todo, con ayuda del vestido, Marie resaltaba sus atributos, y, al igual que el
vestido de sirvienta, la falda era corta, pero… no tanto.
-
¡Me-en-can-ta! –dijo la dueña-
-
¡Si! ¡Se ve precioso! –dijo Jade-
-
A mi también me gusta como se ve –dije,
sinceramente me gusta como se ve en ella. ¡Oigan! ¡Ella si tiene algo que
lucir, yo no!
-
A ver Marie… Da la vuelta –dijo Belly, y Marie
obedeció-
-
Entonces será este –terminó por decir Marie-
Marie
entró nuevamente en el probador. Sonreí. Por lo menos ella había encontrado un
disfraz… Y mi disfraz de ángel no aparecía… Supongo que tendré que conformarme
con el de sirvienta…
¡Nooo! ¡Que horror! Olvida esa idea Dhalia…
Olvídala.
Mmmm… Ahora que lo pienso invité a Daniel… ¿Me
pregunto de que irá el? No Dhalia… Van a haber muchos otros chicos más en tu fiesta
de cumpleaños no solo él.
Además…
-
¿Vamos? –me dijo Marie tomándome del brazo-
-
No te deprimas Dhaly –dijo Belly- Estoy segura
que encontrarás el disfraz que buscas…
Le sonreí a ambas y las seguí hasta la salida.
Miré de reojo a quien me tomaba del brazo derecho, llevaba una bolsa en su
brazo y sonreía a los demás.
Además… A Daniel le gusta… Marie
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