21 de febrero de 2015

Un Maldito Seductor / Capítulo 10


Capítulo 10: “Verónicas”

Mis pies ardían y mi respiración estaba agitada.

Habíamos dejado de correr cuando estuvimos a dos calles de los demás.

Ahora solo caminábamos en línea recta. Andrew me guiaba, realmente no sabía adonde, pero la verdad eso no me importaba.

Lo que realmente me importaba era lo que iba a descubrir.

La verdadera Verónica… ¿Qué rayos significaba eso?

De pronto Andrew se detuvo, me soltó la mano y se giró hacia mí.

-          Bien… -suspiró- Esta es Verónica… -dijo apuntando detrás de él-

Miré hacía todos lados, sin darme cuenta de donde apuntaba realmente.

Hasta que la vi.

Hermosa… Como ninguna otra. A pesar de que el negro no era mi color preferido, en ella se veía espectacular.

Esto debía de ser una broma.

Mis manos se apretaron y comencé a notar como mis nudillos se volvían blancos. 

También noté como mi mandíbula comenzó a apretarse y las ganas de gritar aumentaban.

Intenté calmarme, en otras palabras, conté hasta cinco y suspiré, para poder dirigirme a Andrew sin gritarle.

-          ¿Estás bromeando, verdad? –alcé una ceja-

-          No. –respondió seco- Esta es Verónica. Verónica esta es Lyann… Lyann esta es Verónica… -nos presentó-

Ahora si estaba enfadada.

-          ¡¿Me estas diciendo que la verdadera Verónica es tu puta moto?! –le grité-

-          Lyann, no te alteres… Déjame explicarte… -intentó calmarme-

¡Oh no! ¡No podría calmarme ahora! ¡Me estaba diciendo que la verdadera Verónica es su moto!

¡¡La puta moto que estaba estacionada frente a mi!!

Pero eso sí… ¿Explicarme? ¡Claaaaaro que lo harás!

-          ¡Mas te vale que te expliques antes de que te de un buen golpe en los bajos! –lo amenacé-

-          Bien… Comenzaré por decirte que esta es “Verónica”, aunque suene extraño, su nombre en realidad es “B–Rony–K” –me explicó- Y es mi bebé que estaba en reparación…

-          ¡¿Me estas diciendo que armaste todo este numerito por tu moto?! –comencé a alterarme- Espera… espera… ¿Reparación? ¿Quieres decir que a la tal “Verónica” que ibas a ver a “Richy’s” era tu moto?

-          Exactamente –asintió- Marcus, además de ser un buen “barman” es un muy buen mecánico, ya que trabajó en ello años atrás. –sonrió- Él se ofreció a darle mantenimiento y pintarlo por un precio mas barato.

Andrew se acercó a la moto y se sentó en ella, mientras acariciaba unos de los espejos.

Realmente era su bebé…

-          Bien, bien… Entiendo el tema de que la fueses a ver, pero… ¿Qué sucede con esa llamada telefónica en la biblioteca? Si esa chica de ojos bonitos no es Verónica ¿Quién rayos te llamó?

-          Ella… -dijo sin verme- ¿Acaso quieres saber porque dije que era Verónica quien me llamaba? –alzó una ceja hacia mi-

Asentí.

-          Es simple… -dijo colocándose de pie- Quería provocarte, Lyann.

-          ¿Provocarme? –alcé una ceja-

-          Cuando estábamos desayunando en mi casa y me dijiste que tenía que ir a buscar a Verónica, me di cuenta de que creías que era una persona… -rió para si- También me di cuenta de que pensabas que era mi novia o algo así… Así que pensé en que podría volverlo realidad y esperar a ver si sentías o no celos de ella…

-          ¿Celos? –abrí mis ojos de par en par- ¿Querías colocarme celosa?

-          Y lo logré. –sonrió acercándose a mi-

-          ¡Jamás sentí celos de ella! –mentí-

-          ¿Y porque te importó tanto cuando me viste con la supuesta Verónica en mi departamento? ¿Por qué te importaba esa llamada en la biblioteca? ¿Por qué le gritaste a la falsa Verónica cuando me había engañado con SK?

Estaba frente a mí.

No me moví ni un centímetro, y mi boca tampoco emitió sonido alguno.

-          Dime porque, Lyann. ¿Te intereso de alguna manera? –ahora estaba penetrándome con esos peculiares iris-

-          No… -hice una pausa- Lo sé…

-          Si lo sabes, pero no quieres decírmelo. –no despegó la vista de mis ojos- Lyann, ¿Te intereso?

-          Estas demasiado cerca… -sentí mi cara arder-

-          Respóndeme.

-          Aún tengo dudas sobre la verdadera y la falsa Verónica… -intenté alejarme-

-          Si respondo tus dudas… ¿Responderás la mía?

Suspiré y asentí.

-          Bien. –sonrió- Pregunta lo que quieras…

-          Puedo entender que ibas a ver a “B-Rony-K” donde Marcus, pero cuando fui a preguntarle a él y a SK sobre su hermana Verónica, ellos respondían hablando de una persona… -me expliqué-

-          SK si tiene una hermana llamada Verónica.

-          Entonces si existe una chica que te adora, tu a ella, y su nombre es Verónica… -bajé la vista-

Oh… Bien… Tal vez si tenía una chica. Una novia…

Mi corazón volvió a apretarse.

-          ¿Celos? –alzó una ceja, divertido- Si estas hablando de la hermana de diez años de Shonne, adicta a las películas de vampiros, chicos malos y One Direction… Sip, la adoro. –rió-

¿Diez años? ¿Estuve pasando estas cosas por una moto y una niña de diez años?

-          Verónica esta obsesionada conmigo, pero la quiero de todos modos. Ella dice que cuando mayor saldrá conmigo y la secuestraré en mi moto para que vivamos juntos en Venecia… -rodó los ojos- Y para que lo sepas, ella quería que bautizará mi moto con su nombre. Lo encontré divertido, por lo que jugué un poco con las palabras para hacerle una placa…

Apuntó a la placa de metal que la moto llevaba en la parte trasera. Decía “B-RONY-K” con letras en negro.

Realmente era original y tierno.

Espera Lyann… ¡Tu estas molesta porque te engañó! ¡Y armó todo un revuelo en tu cabeza!

¡Tienes que poner mano dura en el asunto! Solo me quedaba una duda…

-          Entonces… Si tu moto era la Verónica a la que ibas a visitar, si la hermana de SK es una pequeña Verónica de diez años… ¡¿Quién rayos es la falsa Verónica y porque beso a SK?! –me crucé de brazos-

-          ¿Puedo responderte eso yo? –dijo una voz femenina tras de mi-

Me giré para ver de quien se trataba, y ahí estaba…

La falsa Verónica…

-          De acuerdo. –dije- ¿Quién eres tú?

La chica de cabello color cobre avanzó hacia a Andrew y se ganó a su lado. Me observó unos segundos para responder mi pregunta.

-          Me llamo Angeline Crown. Puedes decirme Lin si quieres. –sonrió- Soy la hermana mayor de Andrew.

Mis ojos se abrieron de par en par.

¿Hermana? ¡¿Había dicho hermana?!

-          ¿Su hermana? –fue lo único que salió de mi boca- ¿Es tu hermana? –me dirigí hacia Andrew-

-          Si… Desgraciadamente –rodó los ojos-

Angeline… O Lin… Le dio un codazo.

-          ¡Que cariñoso eres con tu hermana! –dijo ella, bromeándole- Después de que me pediste ayuda.

-          ¿Ayuda? –alcé una ceja-

-          Andrew me pidió que actuara como su novia, que fingiera llamarme Verónica y que intentara colocarte celosa. –explicó ella-

Yo estaba sin habla.

-          Así que como era mi hermanito y me hizo el favor de alojarme por unos días, lo hice. –continuó diciendo ella- Además de que era la primera vez que Andrew se ponía tan serio con una chica –me guiño un ojo-

-          Lin… Callaté ¿Bien? –dijo Andrew-

-          Espera niño… -lo calló con una mano- Quiero que me respondas una cosa Lyann… -hizo una pausa- Dime ¿Te hice sentir celos? ¿Te hice sentir intimidada o impotente?

-          ¿Qué? –alcé una ceja nuevamente-

-          Vamos ¿Lo hice bien? ¿O me faltó algo más de “Miauu”? –arañó el aire con su mano derecha- Tu entiendes…

-          ¿A que viene todo esto? –le pregunté-

-          Lyann –se dirigió Andrew hacia mi- Lin es una actriz de teatro y está obsesionada con sus actuaciones… -rodó los ojos-

-          No me trates como una maniaca –dijo ella- Quiero pulir mi talento.

Ahora sentía que estaba con un par de locos.

¿Qué sucedía con esta gente?

-          ¿No lo sabías Lyann? –dijo ella- Vine a una premiación y obtuve el premio a la mejor actriz. –dijo orgullosa- Así que sabiendo que Andrew estaba aquí lo llamé para que me alojara por la noche para poder pasar tiempo con él, pero después se armó todo este jaleo y tuve que quedarme por más tiempo.

-          ¿Pasar tiempo conmigo? –alzó una ceja Andrew- Tu solo vienes por aquí por una razón.

-          Si, si. Como tu digas… -rodó los ojos ella- Bueno, yo solo venía a resolver este asunto y decirle a Lyann mi verdadera identidad. Ahora dejaré solos a estos jóvenes y me iré.

-          ¡Solo tienes dos años más que yo, idiota! –le gritó Andrew-

-          Aún así soy mayor que tu, hermanito –le sacó la lengua- Bien, me voy. –me giñó un ojo- ¡Ah! Y Lyann… Perdona por hacerte sentir mal, si quieres culpar a alguien, culpa a Andrew por querer ganar algo de tu atención.

Con eso Angeline se alejó y nos dejó solos.

Mi cabeza estaba algo más ordenada, pero había rescatado tanta información en tan poco tiempo que pensaba que iba a explotar.

Veamos…

Andrew tiene una moto llamada B-Rony-K.

SK tiene una hermana de diez años llamada Verónica.

La falsa Verónica es la hermana mayor de Andrew y se llama Angeline, ella fue quien actuó como la novia de Andrew y besó a SK, quien no es su hermano.

Así que Verónica en realidad no existe.

Son demasiadas Verónicas para mi gusto…

-          ¿Entonces? –habló Andrew sacándome de mis pensamientos sobre Verónicas-

-          ¿Entonces qué? –respondí media molesta-

-          ¿Respondí todas tus dudas?

-          No. ¿Porqué tu hermana tiene el cabello color cobre y tu lo tienes negro? –pregunté-

-          ¿Sabías que existe algo llamado “Teñirse el cabello”? –alzó una ceja- Mi hermana se lo tiñó por dos razones: La primera es que odia como se le ve el cabello negro y la segunda es que SK lo tiene del mismo color.

-          ¿Qué tiene que ver SK con todo esto?

-          Había dicho que ella venía por este lugar por una razón ¿Verdad?

Asentí.

-          Bien… SK es la razón. –suspiró al ver mi rostro de duda- Desde que Lin conoció a Shonne se volvió su “fan” y es terrible. ¿Sabes lo que es estar toda la noche escuchando a tu hermana hablar de tu mejor amigo y de su “six pack”?

Yo reí.

-          ¡Oh vamos! –dije entre risas- Admite que SK es atractivo. Tu hermana tiene razones para hablar. Seis sexis razones.

-          Que graciosa. –dijo irónico- Ahora la “payasita Lyann” va a responder mis preguntas… -se acercó rápidamente a mi-

Estaba a un centímetro de tocar mi frente con la suya.

Había invadido en un segundo mi metro cuadrado. Había quedado en shock.

-          ¿Responderás?

Su olor era magnífico. Podría pasarme horas oliendo el aroma de Andrew.

¿Qué colonia usaba? Necesitaba colocarle un poco de eso a mi almohada.

-          ¿Te colocaste celosa de Angeline, Lyann?

-          Yo… Ehh… No –balbuceé-

-          Dudaste. –frunció el seño- ¿Te intereso de alguna manera?

-          Andrew… Estas muy cerca. –intenté alejarme un poco más pero él me afirmó de la cintura, haciendo que me estremeciera al sentir su calor-

-          Ahora estamos cerca. –su respiración era calmada- Tienes una cintura muy pequeña ¿Lo sabías?

-          ¿Eso es un cumplido o un insulto? –alcé una ceja-

-          Un cumplido. –sonrió-

-          ¿Puedes soltarme? No es necesario que me sostengas de esta manera para que podamos hablar. –intenté alejarme-

-          ¿Te molesta? ¿Quieres que te suelte? –dijo apegándose aún más a mí-

¡Ay madre mía!

Mi corazón latía a mil por hora, y sentía como mi cara se tornaba color carmín.

Decir que estaba nerviosa era poco. Las putas mariposas que estaban en mi estómago ahora eran pterodáctilos luchando entre sí.

Pero estaba molesta.

Molesta porque me había engañado, me había hecho sentir como la mierda en estos días y todo por una estúpida forma de colocarme celosa.

Si, lo había logrado. Y también había logrado hacerme enojar.

-          Si. Quiero que me sueltes. –dije seca- Estoy molesta y no pienso seguir siendo un juguete para tu entretención –me solté de él bruscamente-

-          Se que lo que hice estuvo mal, lo siento. Pero quería darte algo de celos…

-          ¿Celos? Lo siento mucho pero no lo lograste. –me crucé de brazos- No me interesa que tengas novia, haz tu vida como te de la gana.

-          ¿Entonces porque estabas molesta todos estos días?

-          Porque esa “Falsa Verónica” me caía mal.

-          Con eso me basta y me sobra. –sonrió gustoso- Estabas celosa…

-          ¡No lo estaba!

-          Si lo estabas… -me guiñó un ojo- Sabía que era demasiado irresistible para ti.

-          Eres demasiado idiota como para que me fije en ti. –le saqué la lengua- Ahora ¿Podemos irnos? Es tarde y quiero dormir. Mañana tengo trabajo que hacer.

-          Veo que estas molesta. –puso las manos en sus bolsillos y comenzó a avanzar- Bien, vamos pequeña celosa.

-          ¡Eres un imbécil! ¡Y no estaba celosa! –dije molesta-

-          Aún así te gusta –me guiñó un ojo-

Rodeé los ojos y me enfoqué a caminar en dirección al cine.

Andrew no había parado de molestarme de camino.

Cuando llegamos solo estaba Dan apoyado en un poste revisando algo en su celular.

-          ¿Y los demás? –preguntó Andrew hacia Dan-

-          Angeline y Sam se fueron con Shonne en su auto. –dijo él sin despegar la vista de su celular- ¿Hablaron sobre este alboroto?

-          Si. –respondió Andrew- Espera ¿Cómo sabes que se llama Angeline?

-          Ella se encargó de explicarnos a todos. –ahora fijaba la vista en nosotros-

-          Oh… Ya veo.

-          ¿Lyann? ¿Quieres ir a casa ahora? –Dan se dirigió hacia mi-

-          Si, por favor. –avancé hacia él-

-          Quiero que Lyann se vaya conmigo. –habló Andrew-

-          ¡No me iré contigo! ¡Aún sigo molesta! –me giré hacia él- Quiero que entiendas que las personas no somos un juguete…

Andrew no dijo palabra alguna. Tampoco nos siguió.

Me subí al auto de Dan después de que me abriera la puerta y nos dirigimos al departamento.

Puede que haya logrado su objetivo y me puse celosa.

Puede que haya querido que me siguiera abrazando en ese momento.

Pero estaba molesta, muy molesta.

Quiero que comprenda que lo que izo me dolió.

-          Gracias Dan. –dije rompiendo el silencio-

-          ¿Por qué lo dices? –dijo sin apartar su vista de la calle-

-          Por esperarme.

-          No te preocupes, preciosa. Sabes que siempre estaré allí para ti. –sonrió-

-          Eres demasiado lindo para ser real. –reí para mi-

Dan rió. Y siguió manejando.

Realmente Dan era demasiado lindo.

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Dan me dejó en mi departamento y me propuso ver una película otro día, pero en la comodidad de una sala de estar comiendo galletas de mantequilla.

Así que para la próxima vez la veremos aquí y conectaremos el ordenador a la televisión.

Cuando llegué, Sam aún no estaba en el departamento.

Me puse la pijama y me preparé un café.

Sam aún no llegaba y estaba comenzando a preocuparme, así que le envié un mensaje de texto.

“Donde estás? .-.”

“Estoy afuera de Richy’s junto con SK, NTP J

“Con SK? Ahora me dirás que no pasa nada entre ustedes? >:(“

“Solo estamos conversando, tonta ¬¬” 

“Si claro, tu crees que me tragaré esa? :P”

“Estás loca .l.”

“Vuelve temprano >:(”

“Si mamá… ¬¬”

De repente tocaron el timbre, haciendo que saltara del sillón y se me callera el celular al suelo.

Lo recogí y lo dejé sobre la mesa de centro.

Fui a abrir la puerta, pero sentí un extraño escalofrió antes de abrirla, tenía un extraño presentimiento.

Cuando la abrí, me encontré cara a cara con un enorme ramillete de flores de variados colores.

Y todas olían a mmmmm….

La persona que las sostenía se escondía detrás de ellas, pero por la ropa que traía era obvio de quien se trataba.

-          ¿Qué significa esto? –me crucé de brazos-

-           ¿No te gustan las flores? También traje chocolates. –dijo sin dar la cara-

-          ¿Eres sordo o qué? Te estoy preguntando porqué me traes estas cosas.

-          Es un símbolo de disculpa. –asomó sus ojos gris celeste por encima de las flores- ¿No es suficiente?

-          No, no lo es. –recargué mi peso en unos de mis pies-

-          ¿Acaso debo arrodillarme para que me perdones?

-          Inténtalo y ya veremos –quería verlo hacer el ridículo un poco-

Andrew colocó su rodilla izquierda en el suelo y levantó las flores con una mano, la otra se la puso en el pecho.

-          Hermosa Lyann Blair, con tu pijama de niña y tus pantuflas de Osito cariñosito…  Me harías el honor de cas… Perdonarme.

Reí un poco, realmente estaba haciendo el ridículo.

-          Eres un payaso. –volví a reír- Esta bien… Creo que ahora estoy menos molesta…

-          ¡Bien! ¡Lo logré! –izo una señal de victoria colocándose de pie-

-          Solo dije que estaba menos molesta… A menos que me digas donde escondes esos chocolates.

Estaba hambrienta y en realidad amaba los chocolates.

-          Emmm… Mentí. –dijo levantando una caja blanca del suelo- Traje pizza porque no soy muy aficionado a las cosas dulces.

-          Entonces no te has ganado mi perdón. –bromeé-

-          Al menos recibe las flores y comparte la pizza conmigo…

-          Bien… Pasa. –le abrí la puerta-

Antes de entrar, Andrew me extendió las flores y las recibí.

Eran realmente hermosas y olían muy bien.

Busqué un florero, lo llené con un poco de agua y las coloqué en el centro de la mesa.

Resaltaban demasiado.

Andrew y yo comimos un poco mas de la mitad de la pizza y estábamos satisfechos.

La comimos en el sillón y ambos nos servimos un café.

-          Me gustaba más como se te veía mi camiseta. –dijo, mirándome de pies a cabeza-

-          Deja de acosarme… No es como si te interesara –sorbí un poco de mi café-

-          Pero si me interesas. –dijo serio-

-          No te creo. Puedes tener a la chica que quieras, eres atractivo, tienes un trabajo, una moto, eres tierno cuando quieres serlo y además eres un payaso.

-          ¿Eso fue un cumplido? –alzó una ceja-

-          Mmmm… Si. –me arrimé al sillón y me coloqué en posición india- Así que… ¿Porqué te tendría que interesar alguien como yo?

-          Nadie elige, la persona solo te interesa, Lyann. –me observó a los ojos- ¿Acaso no escuchaste a Marcus o a mi hermana? Siento que contigo soy diferente… Actúo de manera extraña… Como ir a las una de la mañana a la única florería abierta de la ciudad y comprarte el ramillete mas chillón y cursi que había.

Reí y me mordí el labio.

Realmente Andrew me gustaba y no podía decírselo…

Tenía miedo a salir herida de alguna manera.

No soy la gran cosa, no tengo lo suficiente. El puede salir con quien le plazca, ya que tiene a cientos de modelos que darían todo por estar en sus fotografías.

Y él no podía negar que se veía tentado a salir con alguna de ellas.

-          Lyann, me gustas. –abrí los ojos de par en par- No… Más que eso. Me encantas… -sonrió- Con este alboroto me di cuenta que podría hacer ridiculeces por ti… Como fingir que mi hermana era mi novia para darte celos.

Me había quedado sin palabras.

¿Qué acababa de decir?

-          Incluso me encanta cuando te enojas y tiras todo a la mierda. O cuando te emborrachas y me tiras pepinos. –rió- O cuando te muerdes el labio. O cuando usas tus estúpidas pantuflas. O cuando te sonrojas y te quedas muda… Como ahora.

Me tomé la cara con ambas manos. Sip, estaba ardiendo.

¿Qué hago ahora? No me salen las palabras…

Y siento que mi corazón se me va a salir del pecho… ¿Es normal?

-          Si te besara ahora… -siguió él- ¿Me corresponderías?

No respondí.

Él solo comenzó a arrinconarme contra el sillón.

Tragué saliva y me fijé en sus labios.

El no apartaba la vista de mis ojos e intentaba acercarse lentamente para ver mi reacción.

No me aparté, lo quería, lo aceptaba.

No me importaba si después podía salir herida, en ese momento no estaba pensando con la cabeza.

Se quedó unos segundos a centímetros de mis labios esperando mi reacción.

Tenía un control alucinante en ese momento para no tomarlo por la nuca y unir mis labios con los suyos.

Posó ambas manos en mi rostro y yo apoyé una en unos de sus brazos.

Se acercó lo suficiente como para sentir un roce eléctrico entre nuestros labios.

Cuando mi puto celular comenzó a sonar.

¡¡¡Puto, puto, puto celular!!!

Y para colmo, el sonido había hecho que Andrew se sobresaltara haciendo que le pegara una patada a la mesa de centro y se quejara del dolor.

Suspiré en dirección al teléfono celular y aproveché que Andrew se sobara la pierna para ver de quien se trataba.

Era un mensaje de texto.

“Tengo libre mañana en la noche, ¿Te parece si vemos una película? :3 Llevaré mi ordenador para conectarlo. Ah! Y llevaré galletas de mantequilla :D Avísame si no tienes libre para verlo otro día, preciosa. Dan :)”

-          ¿Veras una película con Dan? –dijo Andrew-

Él muy psicópata había leído el mensaje de texto junto conmigo y no me había dado cuenta.

-          Si, eso creo. –dije dejando mi celular en la mesa con la pantalla hacia abajo- Tengo que consultar si es que tengo libre mañana en la noche.

-          Ahhh… Ya veo. ¿Y que significaba eso de “preciosa”? –alzó una ceja y tomó un sorbo de su café-

-          Somos amigos de infancia, es normal que me trate de forma mas cariñosa… -tomé un sorbo de mi café y mi celular-

Comencé a textear.

-          ¿Qué haces? –dijo intentando mirar la pantalla-

-          Le escribo un mensaje a Sam para saber que turno tiene mañana. Así podría cambiarle si tiene de mañana y yo de tarde… -seguí texteando-

-          ¿Para juntarte con Dan? –sorbió un poco mas de su café-

-          ¿Por qué más si no? ¡Listo! ¡Sam me dijo que yo tenía turno de mañana y ella también así que saldremos a la misma hora y no tendré problemas! –sonreí-

-          ¡Bien!

Andrew sacó su celular y comenzó a textear rápidamente.

-          ¿Qué haces tú ahora? –dije intentando mirar su pantalla, pero me la escondió-

-          Solo espera y sabrás. –me guiñó un ojo-

De repente mi celular comenzó a sonar nuevamente.

Era otro mensaje de Dan.

“Lo siento, Lyann :( No sabía que tenías planes con Andrew. Lo dejaremos para otra ocasión ¿Vale? n.n”

¡¿Qué?!

-          ¿Qué hiciste? –le dirigí una mirada amenazadora-

-          Solo le dije que saldrías conmigo, así que no tendrías libre mañana. –sorbió un poco de su café-

-          Quiero ver el mensaje.

Andrew me extendió el teléfono y revisé el último mensaje enviado.

“Hola Danny :) Supe que invitaste a Lyann a ver una película mañana por la noche. Pues… ¡Malas noticias! :P Ella no estará disponible, mañana es toda mía. :3 Solo eso. Con amor, Andrew <3”

Alcé ambas cejas.

¿Hablaba en serio? ¿Toda suya?

-          No saldré contigo. –le pasé el celular-

-          Sabía que ibas a decir eso. Mi intención era que no estuvieses con Dan. –dijo sincero-

-          ¿Noto celos? –sonreí-

-          Si. –admitió- Me molesta que te diga “preciosa”, y no porque son amigos de infancia dejaré que te aleje de mí antes de haberlo intentado.

Mi rostro comenzó a arder.

-          ¿A que te refieres con eso? –dije-

-          A que no dejaré que nadie tome mi lugar.

Acercó su mano a mi boca y pasó su dedo pulgar por mi labio inferior.
Sentí un escalofrío en la espalda y mi cara se sentía como el mismo infierno.

-          Recuerda que aún me debes algo…

De pronto la puerta se abrió de golpe y entró Sam.

Dejándonos a ambos absortos.

-          ¡Lyann, traje algo! –alzó la vista para encontrarnos a ambos- ¡Ay Dios! ¡No me digan que estaba interrumpiendo algo! ¡Debería haber llegado mas tarde! ¡¿Por qué no me dijiste nada de esto, Lyann?!

-          Yo ya me iba –dijo Andrew- No te preocupes, no interrumpiste nada.

-          Ay… Gracias a Dios…

-          Lyann. Pasaré a buscarte a las once y media. –dijo antes de salir- Ponte algo cómodo. Buenas Noches.

Con eso cerró la puerta.

-          ¿Quedaron? –preguntó Sam-

-          Creo que si…

-          ¡Oh Vaya! Bien digo, que las mejores cosas pasan cuando no estoy. Mas te vale contarme que rayos paso aquí. –puso ambas manos en sus caderas- ¡Ah! Cierto. Traje esto.

Sacó una botella de un líquido color rojo pálido.

-          ¿Qué es eso? –pregunté-

-          Marcus lo envió para las dos. Es algo llamado “Fresa Mentolada” –dijo dejando la botella sobre la mesa- ¿Qué es esto?

Se fijó en las flores.

-          No me digas… ¿Fue Andrew? Apuesto a que fue para pedir perdón por el alboroto de hoy…

-          Si… Y te dejó esto también. –le mostré la pizza que quedaba aún caliente-

-          ¡Pero que amables! –izo como si llorase- ¡Bien! Lyann… Tenemos un trago, pizza y hay aceitunas en el refrigerador… Es hora de que me cuentes que es lo que sucedió…

-          Tenemos trabajo mañana temprano, Sam. –suspiré-

-          ¡¿Y eso a quien rayos le importa?!

-          Bien… -resoplé- Me quedaré solo si me dices que sucedió con SK.

-          Ok… ¡Contaré todo oficial! –rió-

-          Estúpida…

Una cita con Andrew…

Una noche desvelada con Sam.

Este iba a ser un laaaargo día.

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Vi las maletas sobre el sofá.

Ella estaba de piernas cruzadas sobre una silla, con una cerveza en la mano y mirando la televisión.

-          ¿Te vas? –pregunté-

-          Si… Mi avión sale a las cinco de la mañana. ¿Me irás a dejar como buen hermano que eres, cierto?

Resoplé.

¿En serio quería que me quedara despierto hasta las cinco de la mañana?

-          Pide un taxi. Tengo trabajo temprano… -bostecé a la fuerza-

-          Te ayudé con lo de Lyann –me recordó- Me debes un favor, hermanito.

-          Bien, bien. –en realidad tenía razón, le debía una- Te llevaré.

-          En realidad me debes dos favores, hermanito. –dijo Angeline de manera mafiosa, la verdad era bastante exagerada-

-          ¿Por qué?

-          ¿Cuándo le dirás a Lyann la verdad?

-          No tiene por que enterarse de nada… -me serví un vaso con agua-

-          ¿Sabes que sufrirá más cuando se entere después? Sabes que estas cosas no se pueden esconder por siempre… -sorbió un poco de cerveza- Este tipo de cosas salen a la luz muy fácilmente.

-          No quiero que salga dañada. Ni por la mierda que traigo conmigo, ni por la que pueden tirarle encima… Ella no tiene nada que ver con eso.

-          Se que quieres alejarla de todo eso. Pero tiene derecho a saberlo si quieres que este contigo. –cruzó las piernas nuevamente cambiándolas de posición-

Sorbí mi vaso de agua de un trago.

No quería seguir con esta conversación. Lyann tenía que estar lejos de todo eso, no podía meterla en algo que no le incumbía.

-          Il passato non può nascondere, tanto meno presenti... Andrew Sconne.

Hace mucho que no me llamaban así… Lo odiaba.


El apellido Sconne.